"Me entusiasma que bailemos y creemos algo para el país, todos juntos. Esto puede ser un mensaje de México para el mundo. También es un gran reto porque es diferente estar ante un grupo de quizá 50 o 100 bailarines que frente a miles de personas, quienes, a lo mejor, nunca han estado en una clase", dice, en entrevista, la bailarina Elisa Carillo, galardonada con el Premio Benois de la Danse y miembro del Consejo Internacional de Danza de la UNESCO, que este domingo dará una clase masiva de ballet en el Zócalo de la Ciudad de México.
Es importante, abunda, la presencia de la gente porque eso es lo que permitirá revelar el impacto, la fuerza que puede alcanzar la danza. "El Zócalo es un lugar maravilloso, es el corazón de México, su centro. He bailado en grandes recintos, como el Auditorio Nacional, ante muchísimas personas, pero aquí va a ser diferente porque sucederá en el Zócalo, un lugar tan emblemático y con una fuerza especial donde grandes personalidades se han presentado".
La bailarina continúa: "Hay muchas personas que no tienen la oportunidad de acercarse a un teatro o que nunca han entrado a un auditorio. En la danza clásica es común que la gente piense que está dirigida sólo a un cierto grupo de la sociedad. Justamente se trata de llegar a lugares nuevos para transmitir emociones a la gente", dice sobre la intención de descentralizar la cultura y hacerla llegar a toda la gente receptiva, dispuesta a entrar en contacto o con cierta curiosidad.
También dice que nunca ha dado una clase ante tanta gente: "Es la primera vez que estaré en una experiencia de este tipo. Se tiene contemplada la asistencia de alrededor de 5 mil personas, tal vez más. Vamos a tener barras de ballet para la clase, entonces, se tiene que montar todo eso en el Zócalo".
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Más allá de que sea una experiencia inusitada, Carrillo explica que lo que sucederá el domingo es un sueño que ha tenido desde hace tiempo: "Me entusiasma compartir con la gente en un espacio tan emblemático del país. Siempre he tenido el deseo de que cualquier persona pueda acercarse y disfrutar de la danza. He estado en otras partes del mundo, donde se han hecho eventos masivos en los que las personas se han conectado con la danza. Y yo soñé con hacer algo así en mi país. Sé que hay muchos niños y niñas, mucha gente, en general, que le gusta la danza, así como otras personas que aún no la saben disfrutar. Quería tener ese momento en el que todos estaremos unidos para mostrar lo importante que es la danza para cualquier ser humano y que el arte realmente nos puede transformar".
Cualquiera que se haya inscrito podrá participar desde una parte muy básica; estar en la barra, explica, que es el lugar donde el bailarín se prepara para todo lo demás, el pilar del entrenamiento. "He recibido muchos mensajes de escuelas de ballet. Imagino que también habrá muchos niños o jóvenes que han tenido contacto con la danza. Va a ser una sorpresa. Además, habrá música de piano, como en las clases de ballet; de repente un vals, una polka o una mazurca. Cada ejercicio tendrá su propia música e irá cambiando durante la clases".
El evento está programado para las 9:00 horas del 17 de marzo. Podrá participar todo público, a partir de los siete años de edad, que haya realizado el registro previo.
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