Más Información
El show de la 4T en la televisión pública
Con el nombre Me canso ganso, que retoma la muy citada frase del presidente Andrés Manuel López Obrador, Canal 22 estrenará un programa nocturno en vivo, conducido por Fernando Rivera Calderón, músico que es gran entusiasta del gobierno. Ese no es el único espacio en la programación que ayer anunció la televisora pública que realizan simpatizantes del nuevo gobierno. Sucede que otro de los programas presentados es Chamuco TV, espacio realizado por los caricaturistas El Fisgón, Helguera, Hernández, Rapé, Patricio y Cintia Bolio… Nombres que usted, estimado lector, reconocerá como muy cercanos a la 4T. La pregunta que surge ante las nuevas series es si el director del Canal 22, Armando Casas, mantendrá el compromiso que hace dos meses hizo cuando en entrevista aseguró que los medios públicos deben estar al servicio de la sociedad, no de los gobiernos. Me canso ganso que…
Un director con la piel muy delgada
El anuncio de la salida del concertador Guido Maria Guida de dos producciones de la Ópera de Bellas Artes, Salsipuedes y Parsifal, han puesto sobre la mesa una añejísima realidad: la compleja relación de músicos y directores. Y es que el músico italiano dio a conocer que no vendría a México para estar al frente de esos títulos porque algunos músicos pusieron en entredicho sus capacidades y disponibilidad para dirigir la ópera de Wagner programada para septiembre. La Orquesta del Teatro de Bellas Artes realiza —al igual que otras orquestas, como la Sinfónica Nacional— encuestas internas para “medir” el ánimo y el sentir del grupo frente a quien tiene la batuta. En el caso del maestro Guida el resultado fue, en realidad, muy favorable, muchos reconocieron su conocimiento wagneriano, pero ciertamente hubo comentarios negativos. Sin embargo, al músico no le pareció que haya sido uno o cinco o 10 o 20 los que lo cuestionarion, y mejor se retiró. En todas las orquestas del mundo, en todas, siempre hay conflictos de todo tipo: políticos, sindicales, administrativos, económicos, artísticos y musicales. ¿Exageró el italiano?, ¿hasta dónde se debe tomar en cuenta a los atrilistas y hasta dónde se debe “defender” al concertador?, ¿hay que poner orden?, ¿hay que “defender” a las orquestas o a los directores?, ¿el cambio verdadero llegará también a las orquestas mexicanas?
