El editor René Solís se dio a la tarea de conjuntar parte de sus memorias y experiencias en el mundo editorial, con el fin de dejar testimonio de aquel universo de libros que le tocó vivir durante más de seis décadas de trabajo editorial, específicamente en su paso como director de Grupo Planeta, donde abrió importantes canales de comercialización del libro, que hoy a la fecha siguen marcando influencia.
Con menciones a editores, escritores y libros, Solís acaba de lanzar su más reciente obra, "Entre libros y editores. Memorias" (Tusquets, 2024), en donde también aborda la relación que vivió con la literatura desde que comenzó a interesarse por los libros y el mundo editorial.
“Toda mi vida he estado rodeado de libros, desde mi infancia han estado presentes los libros, y por supuesto mi afición por la lectura. Aunque tengo una carrera profesional como administrador, he sido un lector de muchas disciplinas, como ficción, arte, historia, música. Creo que la proximidad a los libros, de estar en entornos donde hay libros es lo que contribuye a tener una carrera en el campo editorial”, detalla Solís en entrevista en la sala de su casa, muy cerca del Centro de Coyoacán.
El libro, considera el autor, es autobiográfico, ya que reúne las memorias de Solís desde su infancia, su llegada al mundo editorial y su eventual salida, marcada ésta última por ser el paso para desarrollar otras actividades también ligadas a la cultura y las artes.
“Reúno las memorias, las que recuerdo, pero he decir que no recuerdo todo con tanta claridad porque ya tengo 88 años, así es la memoria de deficiente, pero sí es un intento de recordar para mí y para mi esposa mi vida en el campo editorial, de manera que se quede un testimonio de una época de libros en México y de cierto sector de libros. No pretende ser una obra comprensiva total del mercado del libro de los últimos 60, sino una visión personal de mi participación en el mundo del libro”, detalla.
Solís, quien fue director de Grupo Planeta de 1996 a 2002, considera que la actividad editorial ha evolucionado en las últimas décadas, sin embargo, en la actualidad se desarrolla un mercado editorial activo, en el que los actores están trabajando para traer nuevos libros y distribuirlos.
“Este mercado está activo, pero no ha crecido al ritmo que uno quisiera, es decir, el país tiene más de 130 millones de habitantes, y por promedio se leen dos o tres libros al año, y eso es poco, esa cifra debería ser mayor; pero creo también que tiene que ver con las actividades educativas y de difusión en los medios, pero también de la existencia de bibliotecas públicas que funcionen y que tengan el inventario necesario, y también equipamiento digital”, señala.
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Sobre los promedios bajos de lectura por habitante en México, Solís destaca el tema de las escuelas y las bibliotecas. “Ha habido varios intentos por parte de la SEP de ofrecer libros, de publicar libros, de colocarlos en las escuelas y en las bibliotecas públicas y en las aulas. Hace varias décadas hubo una serie de programas interesantes de poner libros en los salones, no hay nada más inmediato que eso, eso me pareció muy útil”, destaca.
Al respecto de las figuras que lo acompañaron por su paso en el mundo librero, Solís remarca que todo el universo editorial es de acompañamiento y trabajo en equipo.
“Salvo los ejemplos actuales del autor como editor y distribuidor, las editoriales están constituidas por personas de diferentes capacidades, pero todas están cautivadas por el libro. Y claro, tengo muchísimas amistades que hice durante mi época trabajando, y muchas más memorables. Hace poco falleció Jesús Anaya Rosique, un editor con el que trabajé en Planeta, él era una persona muy capaz e inteligente, una personalidad, él es un ejemplo”, recordó el editor.
Solís también destaca a todos los escritores y autores con los que trabajó, así como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a quien califica como “una sede internacional del libro de México en el mundo”.
Para René Solís, lo que hace falta para que el mercado del libro en México madure es que las industrias conozcan la forma correcta de llegar a los lectores.
“La emoción por el libro siempre va a existir, siempre será un soporte físico de cultura universal, y siempre existirá, pero se suman otros soportes digitales”, concluye el editor.
jgt
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