Con la anuencia del entonces rector Fernando Ocaranza, el 20 de febrero de 1935, el historiador del arte, académico y escritor mexicano Manuel Toussaint fundó el Laboratorio de Arte de la UNAM, que poco tiempo después se transformaría en el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de esta casa de estudios, y del cual él mismo sería director de 1939 a 1955.
A 90 años de su creación, el IIE sigue cumpliendo con eficacia y excelencia sus tres objetivos principales: investigar, enseñar y difundir el arte en los campos de la historia, la teoría, la crítica de arte y los estudios visuales, contribuir a la conservación y la defensa del patrimonio artístico, y formar historiadores del arte.
“Al principio, aquí, en el IIE, se dio prioridad a la historia de las ideas estéticas y se estudiaron otras artes, como la música, la literatura y el teatro. Más tarde se fortaleció la historia del arte como disciplina independiente, con sus propias metodologías y acercamientos a la teoría del arte. Y en 1992 se fundó el Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte, donde se llevan a cabo estudios sobre la materialidad de los objetos artísticos —esto es, sobre los materiales y la técnica que se emplearon para crearlos—, en los que colaboran, de manera interdisciplinaria, físicos y químicos”, señala Rita Eder, investigadora emérita de este instituto.
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Desde hace tiempo —a decir de Eder, quien fue directora del IIE de 1990 a 1998—, la idea de artes plásticas, que aún está vigente, ha sido sustituida paulatinamente por la de artes visuales, en la que se pone énfasis en la imagen y que influye en el estudio de las artes plásticas tradicionales (pintura, pintura mural, dibujo, grabado, escultura, arquitectura…), pero también de otras expresiones artísticas, como la fotografía, la cinematografía, el videoarte, el arte digital, las instalaciones y las intervenciones.
“Y ahora, el IIE está dedicado al estudio de todas estas disciplinas y expresiones artísticas”, añade.
Áreas de apoyo
Además del Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte, el IIE cuenta con otras áreas de apoyo: el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint, el Archivo Histórico y de Investigación Documental Eduardo Báez Macías, la Biblioteca Justino Fernández, la Biblioteca Beatriz de la Fuente, el Departamento de Publicaciones, el Departamento de Informática, que permite a los miembros de este instituto ponerse al día en temas de tecnología digital, y la Unidad de Información de las Artes.
“Es un privilegio trabajar en el IIE, porque tiene muchas áreas de apoyo. Uno de los elementos fundamentales para los historiadores del arte son las imágenes. Y en el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint se encuentran varias colecciones, entre ellas la de Guillermo Kahlo, la de Tina Modotti, la de Juan Guzmán y una donada por Helen Escobedo que contiene fotografías relacionadas con una investigación que hizo sobre los monumentos de todo tipo que hay a lo largo y ancho de nuestro país, y que fue la base del libro Monumentos mexicanos: de las estatuas de sal y de piedra”, comenta Eder.
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Investigaciones
Entre las innumerables investigaciones realizadas por miembros del IIE destacan las que Justino Fernández le dedicó al arte mexicano de distintos periodos; las de Fausto Ramírez, que abrieron brecha para los estudios del arte del siglo XIX; y las de Ida Rodríguez Prampolini, que hicieron importantes aportaciones a los estudios del arte moderno y del arte contemporáneo.
“Y no podemos dejar de mencionar la investigación que emprendió Beatriz de la Fuente sobre la pintura mural prehispánica y que hoy en día se sigue haciendo bajo la coordinación de María Teresa Uriarte; la de Renato González Mello sobre el muralismo mexicano; y la de Aurelio de los Reyes sobre el cine mudo en México y el cine de la Revolución. También se han abordado con asiduidad temas como la violencia, el género y la problemática de la ecología, que son de la mayor importancia”, apunta Eder.
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Dupla arte/política
De acuerdo con Rita Eder, hace años que entre los investigadores de este instituto se ha renovado el interés por la teoría del arte, la estética y los estudios sobre la teoría social del arte.
“Hoy por hoy, el objeto artístico es un objeto muy diverso, por lo que ya no se sabe cuáles son sus límites... En la década de los años 70 del siglo pasado surgieron movimientos de artistas que trabajaban en grupo y que buscaban participar en el campo de la política. Así, se despertó un gran interés por la dupla arte/política y se generó un gran impulso para dejar de considerar el arte como propiedad de una cierta clase social. Creo, entonces, que ese interés y ese impulso tendrán un mayor impacto en el mundo, y que la gente, el público, se adentrará más en el área de lo artístico y los estudios visuales. Actualmente, los museos acogen y exhiben obras que abordan problemas sociales”, finaliza.