¿Qué relación existe entre la música del género heavy metal y el México prehispánico? Aunque para muchos no exista tal relación, lo cierto es que, desde la década de los noventa, una oleada de bandas de este subgénero del rock metal se ha hecho presente en la música mexicana, inspiradas en las antiguas civilizaciones americanas.
Es así como melodías de ocarinas y caracoles, pintura facial, penachos, personajes mitológicos y frases en lenguas indígenas que se unen con guitarras distorsionadas y dobles bombos dan lugar a una corriente del heavy metal, corriente musical documentada en el libro "Los antiguos nunca mueren. Etnografía e imaginarios del metal de inspiración prehispánica en México", de la autoría del arqueólogo Stephen Castillo Bernal, y publicado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Esta obra analiza las razones por las que este subgénero del metal ha tenido importante desarrollo en México desde principios de la década de los 90, así como sus características ideológicas.
Castillo Bernal detalla que, aunque entre los músicos y compositores del género siempre se habla de un supuesto “metal prehispánico”, esto es una ficción, ya que, si bien mediante la arqueología se pueden reproducir fielmente instrumentos musicales de aquella época e, incluso, experimentar con los sonidos, “se desconoce cuáles eran sus verdaderas melodías, por lo que no se puede hablar de música prehispánica”, apunta el arqueólogo.
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“Más bien, es un metal que se inspira en el pasado prehispánico. Muchas de estas agrupaciones tienden a maximizar esta historia y se inspiran específicamente en lo mexica, opacando a otras civilizaciones en ocasiones”, dice Castillo Bernal.
El investigador detalla que estos grupos utilizan esta música y periodo histórico para imaginar un mundo diferente, “inventando historias poscoloniales en las que deidades como Huitzilopochtli, Tezcatlipoca o Tláloc se alían para destruir violentamente a los conquistadores españoles y la cristiandad, y así reinstalar el Anáhuac”.
Otro tema que detalla el arqueólogo es el exotismo en esta música, pues consideró que se trata de proyectos que más que despuntar por su calidad musical, lo hacen por su representación performativa.
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“En sus conciertos y en el arte de sus discos, hay una identificación con el pasado prehispánico, pero únicamente reflejada en personajes portentosos. Siempre son el sacerdote, el guerrero, el tlatoani, el chamán, nunca un nahua promedio, un macehual. Precisamente, esa sustitución habla de la búsqueda de una nueva identidad a partir de un personaje ficticio, es un criterio de aspiración”, explica.
El investigador indica que el metal de inspiración prehispánica es creado en contextos urbanos, por mestizos y laicos que cantan en español, contrario a las propuestas como el metal indígena, producido por músicos de pueblos originarios, con base en sus culturas, e interpretado en lenguas maternas, que es poco difundido a la fecha.
La novedad editorial consta de tres capítulos. En el primero, el autor trabaja con conceptos clave, como imaginario, ritualidad, performatividad y mexicanidad; en el segundo, hace una semblanza histórica del surgimiento del folk metal a nivel mundial, su llegada a México y una genealogía de las bandas precursoras del metal de inspiración prehispánica. Finalmente, lleva a cabo un análisis etnográfico con testimonios de agrupaciones y experiencias de presentaciones en vivo.
melc