El artista Ronny Quevedo, nacido en Guayaquil, Ecuador, en 1981 enfrenta de cara la evolución de la técnica del dibujo, pero también la conexión con sus orígenes, en una obra de sitio específico a gran escala para el Instituto de Dibujo Menil, en Houston, Texas.
Este instituto forma parte de The Menil Collection, un espacio fundado en 1987 por los coleccionistas de arte John y Dominique Menil. El recinto está compuesto por varios edificios, como el Instituto de Dibujo, así como el museo principal —que fue diseñado por el arquitecto Renzo Piano—, la galería Cy Twombly, la instalación de Dan Flavin en el salón Richmond y el edificio Fresco. La colección abarca periodos desde la era prehistórica, arte medieval y bizantino, arte moderno y arte contemporáneo. De este último, los Menil impulsan su creación a través de becas y comisiones para artistas, como es el caso de Ronny Quevedo, egresado de la escuela de arte de Yale.
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En un tríptico de 10 metros de altura, titulado “C A R A A C A R A”, Quevedo dibuja lo que ha sido la evolución de su técnica de dibujo sobre papel de cera donde traza patrones, una forma de trabajo que comenzó en 2015.

“Cuando Menil me contactó para el proyecto, realmente quería enfatizar el aspecto del dibujo de mi práctica y quería incorporar el proceso que he tenido, así como los símbolos que he estado trabajando y repetirlos en los tres planos”, dice Quevedo.
El artista explica en entrevista que en este proyecto vio la oportunidad de expandir la idea de mapear, elemento clave en su estilo, así como incorporar narrativas sobre deportes —un gusto que comparte con su padre y es parte importante de su infancia— y costura —oficio que trabajó su madre—, la idea de moverse de un lado a otro, todos relacionados con su historia de origen, y el poscolonialismo, tema que ha trabajado el artista a lo largo de su trayectoria.

“El título es una metáfora muy amplia. Estar cara a cara, confrontar algo por primera vez es algo que he estado pensando por un tiempo. Pienso que el primer punto de contacto fue Atahualpa, los colonizadores, el imperio inca siendo conquistado. Otro es mis padres mudándose (a Estados Unidos) y enfrentar cara a cara un ambiente distinto; estar cara a cara al pasado, que a veces está disponible y a veces no, y estar cara a cara con mis padres. Creo que enfrentar una cultura que no es tuya por primera vez es algo que ha prevalecido en mi trabajo”, explica el artista, cuyas obras forman parte de colecciones como las del Museo de Arte de Denver y el Museo Whitney.
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Y aunque los paneles están ordenados por “origen”, “transferencia” y “traslación”, el artista aclara que esta clasificación no hace referencia ni a la colonización ni a la inmigración, sólo es una coincidencia, pues en realidad se refiere al proceso de dibujo que él realiza. “No son mis palabras en sí, pero es una buena forma de clasificar el proceso y me gusta la conexión poética”.
Sobre “C A R A A C A R A”, que estará en exhibición hasta agosto, Quevedo tiene expectativas sobre la sensación de movimiento que pueda crear en el espectador al momento de caminar frente a esta obra de gran tamaño y transitar a través de estas tres etapas de dibujo. “Pero también a pequeña escala, la gente podrá ver detalles como toques dorados, líneas rojas, hay muchas capas, desde lo macro a lo micro”, agra pega el artista sobre su dibujo.
melc