“El proyecto de Xóchitl, en seis años, es entender a la cultura como la gran alternativa civilizatoria de este país, de paz, de democracia”, afirma Consuelo Sáizar, quien el 25 de noviembre pasado fue presentada por la precandidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, como la encargada de Cultura en su equipo. Sáizar ha comenzado a analizar con detalle el panorama de la cultura en México para armar el proyecto cultural “Toda la cultura para todo México”.
La consultora, que fuera directora del Fondo de Cultura Económica, y entre 2009 y 2012, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) —hoy Secretaría de Cultura federal—, adelanta en entrevista las líneas generales del diagnóstico que está realizando y que tiene como base y punto de arranque el Catálogo de emergencias culturales, que será una herramienta fundamental desde la cual delinear el programa de cultura para la candidatura de Xóchitl Gálvez y, en caso de triunfo, la plataforma desde la que plantearán su plan nacional de cultura.
“Estamos convencidos de que las decisiones de política pública no pueden ser ocurrencias, tienen que ser temas muy sólidos con base en diagnósticos, por eso nos hemos planteado tres etapas: la primera es conversación, diálogo, reunión para hacer un diagnóstico; la segunda es la elaboración de un programa para la campaña, que es el que Xóchitl va a proponer a la comunidad: ‘Toda la cultura para todo México’, que concibe como el proyecto cultural de la transición política mexicana; y la tercera, ya habiendo obtenido el triunfo, diseñar el programa de gobierno, ya con todas las variables y ya teniendo los datos, porque en ese momento está siendo bien difícil conseguir datos”, apunta Sáizar.
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Entre las líneas de acción que ya ha comenzado a delinear está la elaboración de un análisis comparativo del presupuesto a lo largo de este siglo, conocer a detalle el deterioro que presentan las instituciones en el último lustro y en especial propiciar una auditoría del diseño del gasto; un catálogo que permita revertir la precarización de ingresos de creadores y agentes culturales; así como revisar la infraestructura del sector para dictaminar su estado actual.
Pero también quieren revisar el régimen fiscal y el análisis de los recursos asignados a estímulos, becas, programas y fideicomisos; preparar un proyecto para el rescate y fortalecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas creativas; crear mecanismos de coordinación, de concentración y descentralización de programas y recursos a estados y municipios, entre ellos las Pymes.
“Queremos ver comparativamente los presupuestos, los fideicomisos, la producción de cine, lo destinado a estímulos fiscales, la producción de libros, distribución, venta y rentabilidad, porque el ciudadano merece estar informado, porque la comunidad ya estaba acostumbrada en este siglo a participar en proyectos concursables”, dice.
La editora y socióloga apunta como imprescindible revisar el tema de la educación artística, saber a fondo cómo está; también analizar los presupuestos y recursos humanos de museos y zonas arqueológicas, “nos interesa mucho ver cómo están funcionando allí, ¿cuántos vigilantes había y cuántos vigilantes hay?, ¿cómo está el nivel de investigación?”
Sin embargo, conseguir los datos está siendo complicado, han comenzado a buscarlos vía el INAI y vía los soportes oficiales, a partir de eso van a hacer un proyecto. “Lo que alcanzó a detectar es que sí hay un momento complejo para la cultura”, dice la consultora.
Trabajo por hacer
Una de las acciones centrales que rige el plan de trabajo que desarrolla Consuelo Sáizar —apoyada en cinco agentes culturales y especialistas: Eduardo Cruz Vázquez, Carlos Lara, Gerardo Ochoa Sandy, Arturo Saucedo y Carlos Villaseñor, con quienes ha conversado ampliamente, y con base en escuchar y sostener encuentros con más de un centenar de gente de la comunidad artística, cultural, líderes sindicales y gestores culturales— es realizar un diagnóstico de la Secretaría de Cultura en cuanto a estructura, organigrama y manuales de organización.
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“Como oposición nos corresponde revisar todo, es nuestra obligación revisarlo e informarle a los ciudadanos. Me resultan muy sorprendentes dos cosas, la primera, en mi opinión, que con la creación de la Secretaría de Cultura no se resolvieron los problemas atávicos de Conaculta, aunque sí se le cargó la complejidad de un organismo de mayor envergadura como es la Secretaría de Cultura, hay que revisarlo; y me sorprende profundamente que haya dos subsecretarias y que hace dos años y medio esté acéfala una. En el servicio público hay responsabilidades que no se pueden delegar, entonces, ¿cómo está funcionando eso?”, señala Sáizar.
Advierte que esta administración ha trabajado muy bien la cultura popular, sin embargo, la propuesta de Xóchitl Gálvez es cultura para todos en todo el país. “Reconozco que el arte popular fue una de las grandes áreas a las que se les prestó un gran interés y una gran atención, pero aquí (el proyecto de Gálvez) hay un pensamiento de mayor grandeza y una ambición programática ilimitada, es atender a toda la cultura en todo México”. Y hacerlo desde tres ámbitos: infraestructura cultural en cada entidad, impulsar la vocación cultural que posee cada estado y apoyar al talento artístico y cultural del país. “No concibo que los artistas que son tan talentosos, que tienen tanta capacidad de alimentar el proyecto cultural del país, no tengan apoyos. Tenemos que ser capaces de generarlos”.
De ahí que le interesa analizar cómo está la legislación y la política de los autogenerados; trabajar en afianzar alianzas estratégicas con agentes externos, como la iniciativa privada, instituciones, embajadas, consulados, AC y ONG; crear agentes de vinculación con Secretaría de Educación y la Secretaría de Relaciones Exteriores, porque, afirma, en este momento no sabe quién está nombrando a los agregados culturales y cómo están funcionando las delegaciones en los estados.
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“Hay que manejarlo con mucho cuidado porque así es como funciona una institución, con un conocimiento pleno de cada mecanismo, porque allí puedes aprovechar cada uno de los recursos y cada una de las sinergias”, afirma Consuelo Sáizar, quien asegura que también se debe recuperar el lugar de México en la diplomacia cultural, crear el Programa Nacional de Archivos, avanzar en una legislación de Inteligencia Artificial y garantizar, de forma progresiva, el acceso a toda la ciudadanía con movilidad reducida, a todos los recintos culturales, “eso a Xóchitl le importa muchísimo”.
Del reto que significará mantener el Proyecto Chapultepec dice que en algún momento lo conocerá porque en términos de la revisión del gasto, están obligados a revisar cuántos recursos se le han destinado.
“Hay una figura en contabilidad que me gusta mucho: origen y aplicación de recursos. ¿En qué dejaste de gastar para destinarlo a otro proyecto? Revisaremos las áreas a las que se les disminuyó presupuesto para ver en qué condiciones están. Todo tiene una lógica en términos contables y financieros, no hay nada oculto y además somos un país con leyes de transparencia, con un Instituto Nacional de Transparencia muy sólido, encontraremos los datos”, asegura la exfuncionaria.