Vigilantes de museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) no han recibido paga desde hace dos quincenas. La empresa Seicsa (Servicios especializados de investigación y custodia S.A. de C.V.), contratada por el Instituto, informó a sus empleados, a través de un comunicado interno en poder de EL UNIVERSAL, que la razón de la falta de pago se debe a que “actualmente el Gobierno Federal, en todas sus dependencias está registrando la falta de pago a sus proveedores”.
“De manera particular el Inbal adeuda pago a SEICSA desde los meses de julio (parcial), agosto, septiembre y octubre del presente año, situación que está afectando el pago de la nómina quincenal, como se ha venido presentando desde la 1° quincena de octubre de 2022”, se lee en el documento.
Lee también: La obra literaria de José Agustín resiste a los años
SEICSA explica que aún sin paga del Inbal había podido cubrir la paga de sus empleados en estos meses, sin embargo que “el capital con el que se contaba no es suficiente para continuar solventando el pago de la nómina de octubre y los siguientes meses. Sin establecer una fecha, la empresa de vigilancia indica a los trabajadores que “en cuanto el Inbal se regularice de los adeudos, se procederá de inmediato a correr la nómina de la 2° quincena de octubre”.
Ricardo, un vigilante de los recintos del INBAL, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL que los custodios afectados laboran en el Palacio de Bellas Artes, en el Museo de Arte Carrillo Gil, la Casa-Estudio Diego Rivera y el Museo Nacional de Arte (MUNAL).
“Es insostenible, yo rento. Todos mis compañeros andan igual, pidiendo dinero. La empresa no nos dice ni para cuándo, no hay nadie que nos dé la cara. Nos sentimos impotentes. Ya varios compañeros ya se salieron”, cuenta Ricardo sobre el panorama que viven los trabajadores.
Sin embargo, la falta de pago no es la única irregularidad a la que se han enfrentado los trabajadores de Seicsa. Tanto Ricardo, como Martha, exempleada de uno de los recintos afectados, explican que en el periodo de tiempo trabajado no gozaron de vacaciones, solía pagar con atrasos o quincenas incompletas, e incluso que cambian seguido de razón social. “Es una empresa irregular, pero nos aguantamos por mantener el trabajo”, explicó Ricardo.
Lee también: Tres sitios arqueológicos gratuitos que puedes visitar el fin de semana
Martha explica que cuando fue contratada por SEICSA le ofrecían seguro social, uniformes y vacaciones pagadas. “Al poco tiempo que ingresé empezaron a fallar con los sueldos y los compañeros me mencionaron que esa situación no era nueva”, contó.
“Nunca nos dieron el uniforme. Yo me compré el pantalón, la camisa y el saco que nos exigen. Si yo faltaba un día, sí me descontaban mil pesos, pero si trabajaba días festivos no me lo pagaban”, detalló Martha sobre las irregularidades, que la llevaron a renunciar.
En el comunicado compartido por Seicsa, la empresa pide comprensión por parte de los trabajadores, así como “no tomar actitudes que resulten no adecuadas y que puedan afectar al servicio, ya que existen sanciones por parte del Inbal si se presentan este tipo de situaciones y esto podría afectar los pagos de los adeudos”.
Ambos entrevistados pidieron que sus nombres no se dieran a conocer, por temor a represalias. “Todos los trabajadores tienen miedo de decir algo. Hasta dónde llega la necesidad que todos siguen trabajando sin recibir sueldo”, dijo Martha.
“Queremos que se haga justicia, yo no pido mas que lo que me corresponde, a lo que trabajé”, afirmó Ricardo.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, Qatar 2022 y muchas opciones más.