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Bogotá, Colombia.– Bogotá celebra el 60 aniversario de la institución que afianzó el movimiento del arte moderno en la ciudad: el Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo). Para celebrar esta ocasión, el museo inauguró a finales de octubre la muestra “Viceversa: posiciones y perspectivas de una colección”, donde exhibe más de 400 obras que forman parte de la colección del Museo –que en total tiene más de 5 mil obras de arte en su acervo.
El museo fue creado en 1963 por la curadora argentina Marta Traba, quien estaba preocupada porque en los museos colombianos sólo se exhibía arte impresionista y se desdeñaba el arte moderno. Como los artistas abstractos no tenían dónde exhibir, Traba fundó el Mambo, que se ubicó al inicio en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional. Fue hasta 1979 que se mudó a su sede actual, diseñada por el arquitecto Rogelio Salmona (uno de los arquitectos colombianos más famosos y también hizo el Archivo General de la Nación).
Mambo destaca que ha sido liderado en toda su historia por “mujeres heroínas” a quienes dedica un muro en la planta baja del recinto: Marta Traba (de 1962 a 1967), Gloria Zea (de 1969 a 2015) y Claudia Hakim, quien dirige el espacio desde el 2016 a la fecha.
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En la exposición hay obras de distintos formatos (pintura, escultura, instalación, videoarte y fotografía) de algunos de los artistas más relevantes de Colombia. Por ejemplo hay una amplia selección de obras de Beatriz González (quien actualmente tiene una exposición en solitario en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo), una serie de la obra “Colombia”, de Antonio Caro, retratos de Enrique Grau, la escultura de Mickey Mouse precolombino de Nadin Ospina, y más. En el segundo nivel, destaca una obra de Fernando Botero, “Nuestra Señora de Fátima”, que si bien sus personajes ya son voluminosos, la técnica es un poco distinta a la de sus obras más famosas. “Se trata de la obra más invaluable de la colección del Museo, porque es de las primeras obras que hizo Botero cuando ya estaba descubriendo cuál iba a ser su estilo”, explica uno de los guías del Mambo. La pieza también fue montada en solitario sobre un muro de color morado, a manera de homenaje a Botero, que falleció el pasado mes de septiembre.
Entre los artistas internacionales, se encuentra el dibujo “Las madres del desierto”, de Leonora Carrington, una amplia selección de litografías (formato que permitió al museo “articular una historia del arte moderno” en su colección) de José Luis Cuevas, Francis Bacon, Max Ernst, Wilfredo Lam, Joan Miró, Marc Chagall, René Magritte, Pablo Picasso, Wassily Kandinsky y Alexander Calder, entre otros.
Aunque el museo no se ha limitado al arte moderno, pues su acervo también cuenta con piezas contemporáneas, como una serigrafía de Marilyn Monroe de Andy Warhol, la obra “Dos edificios de la parte baja de Manhattan empaquetados, proyecto para Nueva York”, de Christo & Jeanne-Claude: la fotografía “Five pickles (with finger prints)”, de John Baldessari; “Atrio y nave central”, la obra con la que el colombiano ganó el primer premio de la V Bienal del Museo de Arte Moderno de Bogotá en 1996; por mencionar algunas.
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Además, la exposición invitó a tres artistas de distintos países para hacer proyectos de sitio específico en el museo, con el fin de “ofrecer nuevas perspectivas sobre la historia, la misión y la agencia” del MAMBO: “Genealogía de una colección de la argentina” Adriana Bustos, que hace una obra con los personajes y elementos más representativos de la historia del museo, como el retrato de su fundadora Marta Traba y del arquitecto del edificio Rogelio Salmona, así como sus sedes anteriores, el grupo de artistas que se sumó al proyecto al exponer ahí por primera vez (Alejandro Obregón, Enrique Grau, Guillermo Wiedmann, Eduardo Ramírez Villamizar, Fernando Botero y Armando Villegas).
“Saludos desde Bogotá” está conformada por una serie de dibujos del italiano Giuseppe Stampone, quien retoma la composición de una de las obras más famosas del Romanticismo, “El caminante sobre el mar de nubes”, de Caspar David Friedrich, pero en lugar de un ser un elegante hombre que mira las nubes desde la cima de una montaña, los protagonistas son niños “vulnerables” que ven desde la cima a grandes ciudades, como la de Bogotá. Esta serie de dibujos sólo fueron hechos con tinta de pluma Bic.
Por último, el colombiano Juan Uribe presenta “Los museos también lloran (y harto)”, una intervención de sitio con la que el artista se burla de “la superficialidad, contradicciones, frustraciones, apariencias y precariedades” del mercado y las instituciones del arte –tema que trata en sus obras en general. El arte de Uribe se puede ver en uno de los muros exteriores del museo, en la que se lee “Yo estudié arte para decorar el Mambo” o en la puerta de los baños del museo, donde se señala que se cobra 500 pesos por hacer “chichí” o mil por hacer “popó”. Dentro de la muestra, se exhibe una de sus pinturas en la que se lee “Tú tan bienal de Venecia, yo tan ARTBO fin de semana”. Esta pieza está estratégicamente colocada junto a una obra que hizo Beatriz González con la que protestaba contra la Bienal de Arte de Bogotá: “Esta Bienal es un lujo que un país subdesarrollado no se debe dar”.
"’Viceversa’ muestra una colección de obras que se alejan de las convenciones tradicionales de la historia del arte tal como la conocemos, en lugar de eso, enlaza diversas historias de manera intencionada. Se adhiere a una proporción no sistemática y anárquica: la colección del museo se presenta como un proceso abierto que busca una reescritura crítica y propone una forma de exhibirse como una diversidad de experiencias, funcionando como un laboratorio de investigación imaginativa y producción”, explicó Eugenio Viola, curador de la muestra y curador en jefe del Mambo, en un comunicado de prensa.
El recinto se ubica a 11 minutos caminando del centro de la ciudad (partiendo de la Plaza Bolívar y con vistas a la cordillera oriental colombiana y al Parque de la Independencia) y el costo de su entrada para público extanjero es de 18 mil pesos colombianos (que equivale a 76 pesos mexicanos). La muestra estará abierta al público hasta el 18 de febrero de 2024.