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La plaza central de Bruselas se tapiza con los colores y la cultura mexicana desde hoy hasta el 19 de agosto en ocasión de la 21 edición de su Alfombra Floral, que tiene a México como invitado de honor.
La artista mexicana Roo (Ana Rosa Aguilar Aguado), de 30 años, firma el diseño del tradicional evento bienal belga, considerado por ella como el “mayor sueño de todo alfombrista”.
“Para mí, estar aquí como diseñadora de la alfombra es un sueño hecho realidad”, afirmó Roo en entrevista con Notimex, quien forma parte del grupo La Octava Noche de Uriangato, que lleva más de 30 alfombras en México y participaciones en eventos internacionales en España, Japón y otros países.
“Es mucha emoción para mí estar aquí”, añadió, recordando que la Grand Place, Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde hace 20 años, es reconocida como una de las más bellas del mundo.
Un nutrido público acompañó desde primeras horas de este jueves el montaje de la alfombra, un conjunto de corteza, pasto y 500 mil begonias y dalias dispuestas cuidadosamente sobre 1.8 mil metros cuadrados.
Para transponer el sueño de Roo a los adoquines de la Grand Place fueron necesarias nueve horas de trabajo, de las 03:00 hora local hasta el medio día, cuando el público pudo conocer la obra.
Los más de 100 voluntarios
que compusieron el dibujo, muchos de ellos viajaron desde el estado mexicano de Guanajuato, siguieron las líneas trazadas a mano sobre una grande carpa de plástico que recubre el suelo.
Un trabajo monumental realizado por Mark Schautteet, diseñador belga a cargo del evento, responsable de transponer el diseño de Roo a escala real.
Schautteet asegura que se trata del diseño más complejo realizado desde la creación del evento, en 1971, “debido a la gran cantidad de detalles”.
“El pájaro del centro del diseño fue lo más difícil para mí. Pero me gustó mucho el resultado, sobretodo por los colores”, dijo a Notimex.
Roo buscó inspiración en las tradiciones locales de su región natal y reunió símbolos de México y de las culturas otomí, purépecha y chupícuaro, que tuvieron su cuna en Guanajuato.
El elemento central es un pájaro típico de los bordados otomí dentro de un sol, principal divinidad del pueblo purépecha y referencia al nombre de Uriangato, el “local donde levanta el sol”.
Los dos símbolos aparecen dentro de un plato de Talavera, flanqueado de dos ranas, remitiendo al significado del nombre de Guanajuato, “cerro de las ranas”.
El rojo representa la cerámica chupicuaro, mientras que dos guerrerros, uno en cada extremidad de la alfombra, recuerdan la guerra entre purépechas y chichimecos por el control del territorio que hoy es Guanajuato.
Esta es la primera vez que un tema latinoamericano luce en la Alfombra Floral de Bruselas.
La pasada edición, en 2016, tuvo a Japón como país invitado, luego de un año dedicado a la inmigración turca hacia Bélgica, en 2014.
La región mexicana ha sido elegida por su larga tradición floral y en alfombras.
“Guanajuato es el estado más colorido de México. Tiene, igual que Bruselas, una larga tradición de elaborar alfombras florales”, notó Karine Lalieux, concejal de Cultura y Turismo de la capital y presidenta de la asociación Tapis de Fleurs, organizadora del evento.
Lalieux estimó que unas 25 mil personas pagarán para ver la alfombra desde el balcón del Ayuntamiento, donde se tiene una vista aérea privilegiada.
Desde el suelo, la obra será admirada por entre 15 mil y 200 mil visitantes que deben pasar por la Grand Place durante los cuatro días que durará el evento, calculó la concejal.
akc