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En su segundo viaje al exterior -el primero fue para reunirse con el entonces presidente Donald Trump en 2020- el presidente de México Andrés Manuel López Obrador realizó una visita exprés a la sede en Nueva York de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) .
En su estancia de menos de 24 horas, AMLO habló ante el Consejo de Seguridad sobre el combate a la corrupción para frenar la desigualdad económica en el mundo y sobre su proyecto “ Fraternidad ” que consistirá en recaudar donaciones voluntarias de empresas y las personas más ricas del mundo para repartirlas en “monederos electrónicos” a las personas que viven en pobreza. También pidió mayor protección a los inmigrantes.
Además de ofrecer ese discurso, el mandatario se reunió con el Secretario General de la ONU, António Guterres y recorrió las inmediaciones de la ONU, donde observó los murales de dos artistas mexicanos que fueron donados a la Organización. Aquí te contamos cómo estas obras de arte de México llegaron hasta Nueva York.
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“Fraternidad”, de Rufino Tamayo
El 29 de octubre de 1971, el artista mexicano Rufino Tamayo donó, en nombre del Gobierno mexicano -bajo la presidencia de Luis Echeverría-, a la Organización de las Naciones Unidas el mural “Fraternidad” .
El mural de dimensiones cercanas a cuatro por nueve metros, representa a las diferentes razas del mundo entrelazadas rodeando una hoguera y significa la fuerza del progreso, la industria y el ingenio del hombre. En palabras del propio pintor, el mensaje de “La Fraternidad” armonizaba con el de la ONU y la paz entre los pueblos del mundo.
El mural, que inicialmente recibió el nombre de "El Fuego Creador", fue pintado por Tamayo en 1968 en la ciudad de San Antonio, Texas, por encargo de la entonces Secretaría de Industria y Comercio para que ornamentara el pabellón de México en la exposición de comercio Hemisfar.
Ante la remodelación de la sede de las Naciones Unidas en 2009, las autoridades mexicanas trajeron la obra a México para su restauración, proceso que duró cinco años.
Foto: EFE
Ya en 2015, “Fraternidad” volvió a las paredes de la ONU en Nueva York.
En Julio de 2019, Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la ONU explicó que parte importante de la candidatura del país para formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU se finca en una frase de Benito Juárez y un mural de Rufino Tamayo.
"Un mural de Rufino Tamayo, que será otro emblema de nuestra campaña, que se llama 'Fraternidad', en donde aparecen siluetas de individuos tomados de la mano (...) y con una pirámide atrás, que nos recuerda que México es un país milenario (...) que este es un país que tiene mucho que ofrecerle al mundo por sus raíces, por sus orígenes y por su cultura", manifestó de la Fuente en aquel entonces a través de un video.
“Agenda 2030”, de Manuel Felguérez
Foto: Especial
En septiembre de 2018, el Gobierno mexicano -bajo el mandato del presidente Enrique Peña Nieto- donó a la Organización de las Naciones Unidas un cuadro del pintor Manuel Felguérez.
La pieza de unos cinco metros por dos metros fue colocado en uno de los muros más importantes en la sede de Nueva York por su ubicación: al inicio del llamado pasillo de las banderas, que conduce al salón plenario de la Asamblea General de la ONU.
De acuerdo a Juan José Ignacio Gómez Camacho, exrepresentante de Permanente de México ante la ONU, Felguérez visitó el edificio para conocer más sobre las labores de la Organización y durante su recorrido eligió ese muro para su obra. Gómez Camacho explica que esa pared era la más cotizada en la sede y que la propia ONU se negaba a otorgar el espacio a otros artistas por esa misma cuestión.
Foto: Especial
Incluso, antes de que el mural de Felguérez fuera colocado en el prestigioso lugar, este ya había sido asignado a una estatua de bronce que obsequiaría otro país. Para "pelear" el lugar, Gómez Camacho explica que "se inventó" una reunión sobre un tema de migración con el Secretario General, en la que al final le mostró una imagen de cómo se vería la obra del mexicano al inicio del pasillo de las banderas.
Foto: Especial
El título de la obra fue elegido a propósito de la agenda 2030 de la ONU, que se refiere a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se proponen, entre sus principales metas, eliminar la pobreza extrema y el hambre en el mundo en un plazo de 12 años.
Con información de EFE
fjb