Una de las particularidades de la adaptación del ballet de Léo Delibes, Coppélia, que hace la Compañía Nacional de Danza bajo la dirección de Erick Rodríguez es que se trata de la versión que hizo Enrique Martínez y que la compañía estrenó en 1989. Martínez también montó esta versión en el Teatro Colón de Buenos Aires, explica Rodríguez. “Coppelia es un ballet cómico, uno de los primeros ballets que mezcla la comedia con la técnica clásica, y es un ballet que rompe un poco los estereotipos porque cuenta la historia de dos jóvenes; no es de un príncipe ni la de un fantasma, sino que son dos jóvenes que se enamoran, que tienen celos uno del otro y de un doctor misterioso que se llama Coppelius. A pesar de que este ballet es una bisagra entre el romanticismo y el periodo clásico, es bastante realista, digamos”.
El énfasis, continúa el director, es que la música se utilice de la forma más adecuada posible para que el público comprenda cada mímica: “Es una prioridad para nosotros que se entienda muy bien la historia, que se entiendan muy bien los diálogos en cada momento del ballet y, para poder hacer eso, tenemos que apoyarnos mucho en la música. La música que creó Delibes es espectacular y es muy clara en cada nota; incluso en cada sensación y cada emoción que hay que transmitir, la música te lo va diciendo. Quiero hacer especial énfasis en las historias, que se entiendan porque, al final, es lo que estamos contando, más allá de la técnica clásica, que hay que mantener y perfeccionar, algo en lo que trabajamos duro todos los días”.
Recalca que es importante que, si en el público hay alguien que no sabe nada de ballet, la historia sea entendible, “que el espectador se logre identificar con ella y pueda salirse durante unos minutos de su realidad y disfrutar”.
Roberto Rodríguez Ortega, primer solista de la Compañía Nacional de Danza, quien interpretará a Franz, rol principal, y a los amigos de Coppélia, reconoce que para esta versión los bailarines contaron con más tiempo de ensayo (dos meses en total), lo cual permite trabajar profundamente dentro de la obra, trabajar técnicamente y llevar a los artistas al máximo de su desempeño. “Esta obra tiene todo lo clásico, todo lo que un hombre como yo tiene que hacer en un ballet: saltos, giros, cargadas y hasta danza de carácter”.
Rodríguez Ortega, que ha estado en la compañía desde 2011 y ha participado en cinco ocasiones que Coppélia se ha presentado, dice que “la obra rompe un poco esa cuarta pared que existe. No nos quedamos entre nosotros, en esa tercera pared de bailarines con bailarines, sino que este ballet rompe, por completo, la parte que cuenta la historia hacia nosotros. Estamos incorporando al público en muchas pantomimas, volteamos al público, lo hacemos cómplice. Eso mete al público dentro de la obra y se divierte mucho”.
La adaptación coreográfica de esta versión se atribuye a la Compañía. Participan la Orquesta del Teatro de Bellas Artes con la dirección de José Antonio Méndez Padró. Tendrá ocho funciones en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, del 31 de mayo al 10 de junio, algunas con música grabada, otras con orquesta en vivo, martes jueves, sábados y domingos (salvo el día 8).