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Después de que el artista Gabriel Orozco , director creativo del proyecto Chapultepec , en una carta aclaratoria dio a conocer el pasado 1 de octubre, de forma parcial, el “Convenio de Colaboración con el Gobierno federal, a través de la Secretaría de Cultura”, EL UNIVERSAL solicitó a través de la Plataforma Nacional de Transparencia el convenio completo —o los convenios— celebrados con el artista.
La Unidad de Transparencia de la Secretaría de Cultura entregó el Convenio Marco de Coordinación y Concertación para llevar a cabo el proyecto Complejo Cultural Chapultepec. El convenio marco es distinto al referido por el artista; pero Transparencia no entregó otros convenios.
El convenio marco (SC/OSEC/CMARCO/01940/19) fue firmado el 15 de octubre de 2019; es un instrumento que contiene información de las partes y los compromisos, desarrollados en 15 cláusulas. A lo largo de los meses, se advierten cambios: hablaba entonces de integrar un grupo llamado “Proyecto Complejo Cultural Bosque de Chapultepec” y hoy se le conoce como “Taller Chapultepec”.
Acuerda definir convenios específicos con propósitos, actividades, calendarización, metodologías y formas de evaluación, y acordar enlaces de cada una de las partes. Sin embargo, esto no se ha cumplido ni publicado; de forma parcial se han presentado algunas acciones. Si bien el documento establece que la información del convenio será pública, matiza que con excepción de la información “confidencial o reservada”. No aclara qué es reservado o confidencial.
El Convenio Marco es un documento de ocho páginas, celebrado entre el Ejecutivo federal a través de la Secretaría de Cultura (firman la secretaria Alejandra Frausto , la subsecretaria Marina Núñez Bespalova y el titular de Administración y Finanzas, Omar Monroy); el gobierno de la Ciudad de México ( firman la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum , los secretarios de Gobierno —entonces— Rosa Icela Rodríguez, de Cultura —entonces— Alfonso Suárez del Real , y de Obras, Jesús Esteva), y el artista, Gabriel Orozco Félix . No aparece la Secretaría de Medio Ambiente, aunque a lo largo del año una de las figuras visibles del proyecto ha sido la titular de la Sedema, Marina Robles.
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De acuerdo con Pablo Gaytán, integrante del Frente Ciudadano para la Defensa y Mejora del Bosque de Chapultepec , no se ha cumplido lo esencial del convenio que plantea “establecer bases y mecanismos de coordinación y concertación, realizar e impulsar acciones con la finalidad de llevar a cabo el proyecto de Complejo Cultural Chapultepec”. Dice Gaytán: “No ha cumplido con lo más básico ya que no ha presentado un Plan Maestro de Complejo Cultural Chapultepec ni mucho menos un Plan de Manejo Ambiental a las instancias pertinentes, después de 13 meses de haber firmado dicho convenio”.
Foto: Cortesía Toumani Cámara
“No ha cumplido con lo más básico, no ha presentado un Plan Maestro de Complejo Cultural Chapultepec ni mucho menos un Plan de Manejo Ambiental, después de 13 meses de firmado el convenio”
PABLO GAYTÁN Frente Ciudadano para la Defensa y Mejora del Bosque de Chapultepec
Uno de los primeros compromisos planteados y firmados por las partes es que no haya “gastos excesivos de recursos públicos”, además de que deben estar “alineados a las políticas de austeridad de cada institución”. Chapultepec es el programa que más recursos ha recibido en el sector Cultura: para 2021, tendrá 3 mil 278 millones de pesos; en contraste, el INBAL tendrá 3 mil 206 millones en el mismo periodo.
En el documento, en la presentación de las partes, Orozco da como domicilio la calle Gobernador Rafael Rebollar 94 que es la sede de la Kurimanzutto , galería que lo representa.
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Esta es una irregularidad acerca de la cual Gaytán argumenta: “Cuando Gabriel Orozco da como domicilio particular Rafael Rebollar No. 94, colonia San Miguel Chapultepec, a los ciudadanos nos queda claro que lo hace como miembro o en representación de la galería Kurimanzutto”. Para el académico de la UAM, el artista está dando un domicilio fiscal y eso configura una asociación entre instituciones públicas y una empresa privada. Es por eso, entre otros argumentos, que Gaytán define el convenio como APP (Asociación Público Privada): “Al revisar cada una de las cláusulas observamos una serie de compromisos y tareas, las cuales confirman que este convenio configura la Asociación Pública Privada ‘Complejo Cultural Chapultepec’”, dice el investigador.
Hasta ahora, la Secretaría de Cultura federal ha negado que se trate de una APP.
Atribuciones y alcances
En la cláusula primera se lee que el documento “no amplía, exceptúa o sustituye ni delega facultades y obligaciones conferidas a autoridades que lo suscriben”. Sobre el Bosque de Chapultepec quien manda es el gobierno de la Ciudad y, lo que ha pasado es que Cultura hoy tiene injerencia en el Bosque, encabeza acciones, destina los recursos y es cabeza del proyecto que ahí tiene la Presidencia.
El documento determina que es el GCDMX el que ejecutará proyectos de obras públicas, vialidad, movilidad e, incluso, habla de concesiones, que, describe, serán acordados con el grupo de trabajo.
Pablo Gaytán se pregunta si obras como la calzada Flotante o el Deprimido sobre Avenida Constituyentes serán financiadas con recursos de la Ciudad o mediante la “reasignación anual” de recursos destinados a Cultura. “Particularmente las concesiones sobre las que apunta el convenio tienen que ver ¿con permisos, rentas, contratos con empresas de renta y estacionamiento de automóviles, bicicletas, monopatines, scooters, cafeterías, restaurantes, librerías, tiendas de pabellones, empresas de guías de turistas?, ¿ se configura un negocio mercantil de consecuencias destructivas para el Bosque, y una concepción de parque temático?”
El convenio marco (SC/OSEC/CMARCO/01940/19) fue firmado el 15 de octubre de 2019; contiene información de las partes y los compromisos
Si bien la solicitud de este diario pedía el convenio o los convenios celebrados entre Gabriel Orozco y la Secretaría de Cultura, la respuesta no incluyó otros convenios. Y la cláusula tres del documento habla de una serie de convenios específicos que son de: Propósitos y actividades a realizar; Compromisos de cada una de las partes; Responsable del resguardo de la información y demás personal involucrado; Programas de trabajo con calendarización, y mecanismos de evaluación de avances; Definición de grupos de trabajo, enlaces y responsables operativos, y Metodología general y específica para la implementación de este convenio. Toda esta información no se ha publicado.
El documento se refiere en su cláusula sexta a la relación laboral: “Cada una de las partes que intervienen en este convenio tiene medios propios y suficientes para afrontar la responsabilidad que derive de las relaciones de trabajo y de seguridad social que establezcan con sus trabajadores”. Lo anterior significa que aquí las tres partes acordaron ser empleadores, pero hay que recordar que Gabriel Orozco escribió en su carta de hace unas semanas: “No tengo facultad alguna para gestionar ni ejercer presupuestos públicos, realizar contrataciones o asignar proyectos”.
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El convenio marco aborda el tema de la no cesión de derechos: “Las partes se obligan a no transmitir a terceros derechos y obligaciones derivados del contrato”, sólo que luego dice: “Sin la autorización previa y por escrito de la otra parte”. ¿Qué posible cesión de derechos puede haber? Es algo que las autoridades deben responder.
En su carta de octubre, Gabriel Orozco afirma que a invitación del Presidente aceptó participar en la “elaboración de una propuesta de programa maestro para el Bosque de Chapultepec en la Ciudad de México”. Como se recordará, a finales de marzo de 2019, previo al anuncio del proyecto para Chapultepec, se vio a Orozco en Palacio Nacional con el mandatario, con la secretaria Alejandra Frausto y con el coordinador de Asesores de la Presidencia, Lázaro Cárdenas Batel (la relación de Orozco con la familia Cárdenas es de tiempo atrás; el artista es miembro del jurado y autor de la escultura de la presea Amalia Solórzano de Cárdenas, que desde 2011 entrega esa familia y que han recibido, entre otros, Luis Ignacio Lula da Silva, y Miguel León Portilla).
3 mil 278 MDP solicitó Cultura para Chapultepec; es el programa que más recursos ha recibido del sector
Pablo Gaytán considera que aunque Gabriel Orozco afirme que fue invitado a coordinar el proyecto Chapultepec, y que diga que lo hará sin cobrar, con la firma del convenio “tiene la obligación y responsabilidad de responder a los cuestionamientos que le haga la ciudadanía, ya que está adquiriendo responsabilidades para intervenir el patrimonio nacional y el bosque protegido por distintas leyes ambientales y territoriales”.
Llama a tomar en cuenta que en el convenio se fija que cada parte, entre éstas el artista, podrá prever invitados, y trabajar con los recursos que cada dependencia tenga destinados para el proyecto. “Lo cual significa –asegura Gaytán-- que Orozco decide, propone e incluye los invitados, o mejor dicho, nombra a los integrantes del multicitado Taller Chapultepec”.
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Sobre el cambio de nombres, a veces “Taller Chapultepec” o en el convenio “Proyecto Cultural del Bosque de Chapultepec”, el investigador pregunta sí esto tendrá efectos fiscales, presupuestales o hacendarios.
Para Pablo Gaytán es preocupante que si bien no se han cubierto los requerimientos legales básicos, mucho menos los convenios específicos, mientras tanto se está “violando a todas luces la legalidad ambiental” obras como la Calzada Flotante para unir la Primera con la Segunda sección, o el inicio del museo del Maíz respecto al cual no hubo licitación ni se publicaron dictámenes del INAH por ser patrimonio”.