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La Lotería Nacional para la Asistencia Pública conmemora el XX aniversario luctuoso de la coreógrafa, bailarina y maestra Amalia Hernández , con el lanzamiento de un cachito de lotería, cuyo sorteo se llevará a cabo el próximo 4 de noviembre, con un premio mayor de 10 millones de pesos en dos series.
Amalia Hernández-Ballet Folklórico de México
son nombres que van ligados, no se puede hablar de ella sin mencionar su contraparte. El nombre de la bailarina y coreógrafa mexicana es conocido internacionalmente, debido a que gran cantidad de público nacional y extranjero acude al Palacio de Bellas Artes para disfrutar de la ejecución de las tradicionales danzas mexicanas que la artista contribuyó a difundir.
La fecha del 19 de septiembre es ya emblemática para los mexicanos, también marca el inicio de la vida de Amalia Hernández, quien nació en 1917 y falleció el 4 de noviembre del 2000.
En el libro "Amalia Hernández. Artista universal y profeta en su tierra", escrito por Margarita Tortajada Quiroz, integrante del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza), se presenta una detallada trayectoria personal y profesional de la fundadora del ballet que lleva su nombre.
Hija del coronel Lamberto Hernández y de la maestra Amalia Navarro, Amalia desde pequeña aprendió a tocar piano y guitarra, además de aprender canto, pintura y, desde luego, danza.
A los ocho años le pidió a su padre que la dejara aprender “el baile verdadero”, por lo que el coronel mandó construir un estudio en su casa con la condición de que únicamente realizara presentaciones familiares. Desde entonces empezó a formarse con los mejores maestros de la época.
Años después fue enviada a San Antonio, Texas, para estudiar inglés y ballet. A su regreso se incorporó a la Escuela de Danza del Departamento de Bellas Artes, donde estudió técnica clásica, tap y baile acrobático; bailes regionales y danzas mexicanas con las hermanas Nellie y Gloria Campobello; bailes españoles, danzas orientales y danzas modernas.
La primera obra que bailó en la Escuela de Danza fue el Ballet simbólico revolucionario 30-30 de las hermanas Campobello , en el que las bailarinas llevaban carabinas reales, el cual se presentó en el Palacio de Bellas Artes.
Ballet y danza mexicana, española y premoderna, son los géneros que Amalia practicó en la década de los treinta. Su matrimonio, primero con Rafael López Malo y después con José Luis Martínez, la alejaron de los escenarios, pero retornó a ellos en 1947 invitada por Carlos Chávez e ingresó a la Academia de la Danza Mexicana (ADM) como maestra y coreógrafa.
En diciembre de ese año, en el Palacio de Bellas Artes, estrenó la coreografía Sonatas, con música de Domenico Scarlatti y diseños de Juan Soriano. En 1949 hizo su segundo estreno: Sinfonía india, con música del compositor Carlos Chávez.
Canciones mexicanas, sones, huapangos y danzas aprendidas con los lugareños en diversos estados del país provocaron el enamoramiento de Amalia por la danza tradicional.
Luego de dejar la ADM, creó el Ballet Moderno de México (BMM), compañía con la que en 1952 estrenó Sones antiguos de Michoacán, con música popular de Apatzingán. La diseñadora estadounidense Dasha, con quien la coreógrafa trabajó durante varias décadas, dijo: “Con Sones michoacanos, Amalia inauguró su obra creativa. Fue su primer experimento, en el que combinó las técnicas de danza moderna y clásica para adaptarlas a la danza folclórica”.
Paralelo a su trabajo con el BMM, Amalia creó también el Ballet de México integrado por un pequeño grupo de ocho bailarines, con el que realizaba giras patrocinadas por la Secretaría de Turismo y con el que también inició presentaciones semanales en la televisión mexicana.
En 1959, Amalia Hernández y el coreógrafo Felipe Segura iniciaron un trabajo conjunto con sus grupos Ballet de México y Ballet Concierto de México, y se presentaron en diversos escenarios, fusión que dio origen al Ballet Folklórico de México.
Con Felipe Segura como director artístico y Amalia Hernández como directora general, coreógrafa y publirrelacionista, la compañía se presentó en el Festival de las Américas, en Chicago, y en los Juegos Deportivos Panamericanos, en los que realizaron el estreno de la Danza del venado, obra que convirtió en leyenda al joven bailarín Jorge Tyler, a quien el público y artistas de todo el mundo deseaban ver, incluso el soviético Rudolf Nureyev.
El 11 de octubre de 1959, por decreto presidencial de Adolfo López Mateos, nació el Ballet Folklórico de México y en enero de 1960 debutó en el Palacio de Bellas Artes bajo el nombre de Ballet Folklórico de Bellas Artes.
En la actualidad, el Ballet Folklórico de México realiza presentaciones en toda la República Mexicana y ha visitado más de 300 ciudades de 60 países en sus giras internacionales.
fjb