Más Información

SSC rescata a 27 migrantes secuestrados en un hotel de la alcaldía Cuauhtémoc; tres personas detenidas por secuestro

Desmantelan 27 laboratorios clandestinos en Sinaloa; decomisan precursores químicos y equipo especializado
Lee también: El agua y el espectáculo: los Teatros del Canal
El reverendo Fulton Sheen consideró que la respuesta de G. K. Chesterton fue, con mucho, la mejor de todas.
Se refería a cómo reaccionó el poeta ante la pregunta sobre el libro que nos gustaría leer una isla desierta.
Chesterton, católico, no mencionó la Biblia. Fue lacónico:
––Me encantaría leer un manual para construir un bote salvavidas.
De esta respuesta dejan extraerse al menos cuatro consecuencias.
La primera se refiere al carácter situacional de la lectura: el mejor libro será en cada momento aquel que más me ayude a enfrentar los desafíos de mi vida, que pueden ser materiales o espirituales, según sea mi circunstancia.
La segunda tiene que ver con la maestría con que Chesterton solía reírse de nuestras reacciones automáticas, poco reflexivas. El formalismo ruso llamó desautomatizacióna este procedimiento; las vanguardias lo practicaron tan profusamente que terminó volviéndoseles rutinario. Jorge Luis Borges viene siendo uno de los mejores artífices de la desautomatización en lengua española; por ejemplo, la concretaba mediante el humor, que se volvía más sano y refrescante si además era contra sí mismo: “He autografiado tantos libros que ahora los ejemplares que no llevan mi firma valen su precio en oro.”
La tercera es la sugerencia de que en una isla desierta la lectura pierde buena parte de su sentido, pues el gozo de un libro se encuentra en la comunicabilidad de sus efectos, en la transmisión y en la retroalimentación: por individual e incluso individualista que sea una obra, todo libro tiene a fin de cuentas un dejo comunitario, así sea ya tan sólo por el hecho de que llega a nuestras manos gracias a mediaciones editoriales, esto es, tipográficas, de diseño, publicitarias. Hay muchas personas detrás del más solitario de los libros.
La cuarta se describe como el carácter práctico de la escritura y la lectura. La pasión por la lírica, la narración, el drama, la crítica nace y renace de las capas más profundas de la condición humana. Y se relaciona tanto con ejercicios letrados de escritores profesionales como con las aptitudes líricas, narrativas, dramáticas y críticas de absolutamente todas las personas: la literatura es democrática, como ya lo sugirió Roland Barthes al decir que el relato se burla de la buena y la mala literatura, pues se encuentra en todas partes.
Dicho lo anterior, resulta posible darle contexto al volumen Literatura aplicadadel doctor Maurice Biriotti, inglés y español cosmopolita. La salida formal del libro está prevista para este 2025 bajo el sello de la Universidad Nacional Autónoma de México. Será una versión bilingüe: precisamente en inglés y español.
El tomo recoge las reflexiones de Maurice Biriotti en torno a las muchas aplicaciones posibles de la lectura literaria. De hecho, la catarsis aristotélica es una prueba de la aplicación del teatro: el filósofo deja constancia de la conciencia acerca de la natural aplicabilidad de la literatura para beneficio de las comunidades y sociedades de las que proviene.
Me permito decir que Literatura aplicada tiene uno de sus fundamentos en el carácter heurístico de la literatura. Maurice Biriotti, doctor en letras clásicas, sabe que “heurístico” se relaciona con “Eureka”.
El milenario y acaso legendario grito de Arquímedes en sus aguas termales pinta a la heurística de cuerpo entero, así sea un cuerpo metido en una bañera: se necesita tiempo para un descubrimiento matemático –o en general científico– y puede producirse en cualquier sitio y hora, con la ayuda de algún distanciamiento: le habían preguntado a Arquímedes si podía determinar cuánto oro tenía la corona del rey o si se la había rebajado con otro metal. Las tensiones de la corte no eran el sitio más indicado para el libre juego de la inteligencia en trance de descubrimiento y de conclusión. La imagen de las aguas termales, lejos del sitio donde se le planteó a Arquímedes el dilema, nos expresa la necesidad para la inteligencia de poseer sus propios tiempos y sus espacios para por fin gritarnos un Eureka.
Pues bien, la literatura llega a ser un reposo en aguas termales mientras buscamos que nuestra mente se salga un momento de las estadísticas, las opiniones, los debates, los análisis, las crisis.
A veces basta una frase literaria para que encontremos una energía creadora que no encontramos en otra parte. La energía creadora es indispensable para resolver desde problemas matemáticos hasta conflictos políticos.
Por ejemplo, la frase “un camino sin orillas”, presente en “Nos han dado la Tierra”, de Juan Rulfo, fue un estímulo heurístico para salir de un callejón sin salida al otro lado del Atlántico: la leyó una participante en los debates internos de un importante partido político español.
Maurice Biriotti ha leído a Juan Rulfo, a Octavio Paz, a Sor Juana Inés de la Cruz en varias claves, y una de ellas es la clave heurística de la literatura aplicada, que él ha concebido y que propone y expone en distintos foros universitarios, entre ellos –muy generosamente– las facultades de Filosofía y Letras y de Trabajo Social y el Centro de Enseñanza para Extranjeros de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Una vertiente importantísima de los trabajos de Maurice Biriotti ha ido de la mano de los análisis y de puestas en escena a cargo de la doctora Aurora González, de la Facultad de Filosofía y Letras.
“No se estorban unas a otras las noticias ni se contradicen los gustos; todas caben en un centro y para todo hay sazón. Para todo ha de haber tiempo, si no para lo indecente”, escribe Baltasar Gracián en El discreto. La doctora Aurora González es una de nuestras máximas especialistas en Gracián y en teatro novohispano, del que ha hecho rescates y representaciones de gran valía, algunas con apoyo del director Horacio Almada, de la carrera de Literatura Dramática y Teatro.
Uno de los logros más relevantes de la colaboración entre los doctores Biriotti, González y Almada ha tenido que ver con la aplicación del teatro y, en general, de la literatura ante problemas de salud pública en México.
¿Por qué llegan a fracasar las campañas contra la obesidad infantil? He aquí un tema en que la colaboración multidisciplinaria arroja frutos alentadores. La literatura aplicada ha recorrido puntos de la República con el apoyo de la doctora Aurora González y con el patrocinio del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Literatura aplicada merecerá convertirse en un libro de referencia a lo largo los vastísimos territorios de las lenguas española e inglesa.