Me encuentro en Guadalajara, con su catedral monumental, el museo Cabañas y sus prodigiosos murales de José Clemente Orozco, cuna del mariachi, del tequila y las tortas ahogadas. Pero también el lugar que vio nacer a ilustres escritores, como Juan Rulfo, Juan José Arreola, José López Portillo y Rojas, Mariano Azuela, Agustín Yáñez, Enrique González Martínez y José Agustín.

Su nombre proviene del árabe: Wad-al-Hidjara, que significa: “Río que corre entre piedras” o “Río pedregoso”. La Villa de Guadalajara la fundaron 42 vecinos; el nombre de Guadalajara lo tomaron en recuerdo de Guadalajara, España, cuna de Nuño de Guzmán. El 8 de noviembre de 1539 el emperador Carlos V concedió escudo de armas y título de ciudad a la nueva villa de Guadalajara.

Esta maravillosa ciudad se viste de gala cada año, el último fin de semana de noviembre y la semana que le sigue, con la feria internacional del libro más importante en español. Vale la pena recordar que esta iniciativa fue idea de uno de los grandes visionarios de la cultura en nuestro país: Raúl Padilla. Gracias a él, hoy México es anfitrión de uno de los más importantes festivales de la cultura y el libro a nivel internacional.

Hay una discusión sobre qué feria ocupa el segundo lugar después de Frankfurt, que es indiscutiblemente la más grande e importante del mundo. Yo no sé si la FIL está en segundo, tercero o cuarto lugar. Lo que sí sé es que es la más amena y entretenida, en la que los profesionales del libro nos reunimos con gusto y alegría para trabajar, pero también para fortalecer lazos y relaciones personales. Es toda una fiesta del libro y la cultura.

Decía que cada año Guadalajara se viste de gala. Este año de manera especial, porque, además de la FIL, esta ciudad maravillosa será sede del 34 Congreso Internacional de Editores.

El primer congreso internacional de editores se llevó a cabo en París, en 1896. Desde entonces, numerosos países han sido anfitriones del espacio de encuentro y reflexión más importante para la industria editorial a nivel global. Hemos interrumpido esta trascendental actividad únicamente durante las dos grandes guerras del siglo pasado y la reciente emergencia sanitaria derivada del Covid-19.

Después de haber tenido oportunidad de auspiciar un congreso internacional de editores en 1984, ahora regresa a México la edición 34, en colaboración con la Asociación de Editores de Estado Unidos, AAP, y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la querida FIL.

Esperamos alrededor de 200 profesionales del libro de unos 40 países diferentes, para reunirnos durante dos días a analizar las tendencias, los retos y oportunidades de la industria para el futuro.

Hablaremos de derechos de autor, de la inteligencia artificial y sus implicaciones éticas y de negocio, de la libertad de publicación, en un mundo cada vez más intolerante a otras opiniones, del valor de los editores como guardianes de información verídica en un entorno anegado por noticias falsas y desinformación. Es irónico que, en esta época que nos tocó vivir, estamos inundados de información, pero al mismo tiempo sedientos de conocimiento.

También se tocarán temas relacionados con el rol de las nuevas generaciones en la industria editorial, de los formatos accesibles para personas con discapacidad visual y de lo que la industria está haciendo para no dejar a nadie atrás.

Muy relevante será también la agenda 2030 y la aportación de la industria editorial a nivel internacional para apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, así como el Manifiesto de Liubliana sobre la importancia de la lectura.

Haremos entrega, durante una cena de gala en el monumental palacio de gobierno de Zapopan, del célebre Prix Voltaire a la libertad de publicación, para reconocer la valentía de editores en todo el mundo que enfrentan sistemas de censura y represión. Este año los finalistas son editores de Turquía, Serbia, Rusia, Bielorrusia y Palestina.

También otorgaremos el premio al mérito gremial y el premio a la innovación de la Unión Internacional de Editores, así como el premio a la excelencia en ediciones accesibles de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

Tendremos conferencias magistrales de la subsecretaria general de Naciones Unidas, Melissa Fleming; del renombrado escritor, historiador y editor Enrique Krauze; de la premio Nobel de la Paz, Oleksandra Matviichuk; y de la directora general adjunta de la OMPI, Sylvie Forbin.

Para los editores mexicanos será una oportunidad única de desarrollo profesional y para hacer contactos con editores de todo el mundo. También para dar cuenta de la potencia y la relevancia de la industria editorial mexicana, que este 2024 cumple 60 años de contribuir al desarrollo educativo, cultural y económico de nuestro país. Vamos por más.

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