“Creo que resulta imposible imaginar la forma real de la Tierra que observas desde el espacio, creo que no tenemos la forma de imaginar nuestro planeta en tres dimensiones, todo lo que hemos visto hasta ahora ha sido a través de imágenes y videos, pero la realidad es que cuando lo ves en directo, no se compara a lo poquito que hemos visto”, asegura a la ingeniera (Jalisco, 1995), quien se convirtió en la primera mujer mexicana en viajar al espacio.

Echazarreta logró algo que resulta casi imposible para una mujer mexicana: convertirse en astronauta y ser parte de una misión espacial. En 2022, a sus 26 años, formó parte de la misión Blue Origin NS-21 a bordo de la nave espacial New Shepards, un vuelo espacial suborbital.

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Por su doble nacionalidad (estadounidense), Echazarreta también fue la mujer más joven en realizar un viaje al espacio. Pero sus logros no se quedan ahí, ya que cuenta con el grado de Ingeniera Electrónica por la Universidad de California, y formó parte de algunas de las misiones más importantes de la NASA.

Pese a que viajó al espacio y consolidó una carrera destacada en la NASA, la astronauta decidió emprender otro viaje, “más apasionante e infinito”, ya que ahora dedica sus esfuerzos y recursos a la Fundación Katya Echazarreta A.C., que tiene como objetivo apoyar a todos los niños y jóvenes que desean convertirse en astronautas o científicos.

Un primer logro de la Fundación es la primera edición del campamento aeroespacial Misión Marte 2023, una experiencia dirigida a jóvenes de secundaria apasionados de las ciencias aeroespaciales.

Emocionada, Echazarreta habla sobre la segunda edición del campamento, la importancia de luchar para que México desarrolle una industria aeroespacial, su experiencia en el espacio y la necesidad de divulgar la ciencia. También cuenta de su labor como embajadora del , alianza que impulsa en renovado Espacio Infantil Universum, una sala dedicada a acercar a los niños, de cero a ocho años, a la ciencia a través del juego.

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¿Cómo nació la alianza con Universum?

Estos espacios infantiles son muy importantes. Cuando yo era niña, tuve la oportunidad y el privilegio de visitar varios espacios relacionados con la ciencia, y es un privilegio porque en verdad lo es; muchísimos niños de toda la nación y de todo el mundo no tienen el acceso a espacios como este, pero, ¿qué podemos lograr con estos espacios si son visitados por los niños? Cuando yo era niña, yo sentía mucho amor por la ciencia, la investigación, la tecnología y las matemáticas, pero no los entendía. Yo me hacía preguntas, pero no tenía las respuestas. A mis siete años no podía decir que esos temas tan específicos eran de mi interés, hasta que tuve la oportunidad de visitar un museo de ciencia, en donde había un espacio infantil interesante, donde nos dieron un examen y una tarea, y ahí podías elegir entre ser astronauta, científico, ingeniero. Recuerdo que me asignaron ser científica, y yo estaba muy enojada porque yo quería ser astronauta, ese día me di cuenta de que las industrias espaciales existen con trabajos diversos, y que trabajar para conocer el espacio no es simplemente viajar al espacio, existen miles de personas que trabajan para que las misiones se logren. Ese día descubrí que se puede trabajar con ciencia espacial y ganarte la vida, ese día tomé la decisión de que yo quería ser parte de todo ello.

Es casi imposible ir al espacio por la situación actual de la ciencia en México, ¿cómo ves?

Viajar al espacio no es imposible, lo hemos visto y lo hemos logrado. Pero debemos reconocer que algunas personas y algunos países tendrán más oportunidades que otros, eso sí es real y te entiendo, para algunos parece imposible viajar al espacio cuando no eres de esos países y careces de oportunidades. Debido a eso, estamos trabajando constantemente aquí en México para crear esas oportunidades. Si tú me preguntas ahora si una persona mexicana, nacida en México, sin ciudadanía europea o canadiense o estadounidense, puede viajar al espacio, la verdad es que es muy complicado, lo mismo para trabajar en la NASA. La respuesta será no. Pero sé que, en algún momento, esas posibilidades no existían para esos países y para sus ciudadanos, alguien tomó la iniciativa y la decisión de crear esas agencias, de desarrollar esa educación necesaria para alcanzar lo que ahora puede parecer imposible.

Panel sobre espacios de ciencia orientados a la primera infancia, donde participarán la astronauta Katya Echazarreta, la directora del Instituto Natura México, Silvia Ojeda Espejel, y la directora del Museo Universum, María Emilia Beyer. Fotos: Berenice Fregoso/ EL UNIVERSAL.
Panel sobre espacios de ciencia orientados a la primera infancia, donde participarán la astronauta Katya Echazarreta, la directora del Instituto Natura México, Silvia Ojeda Espejel, y la directora del Museo Universum, María Emilia Beyer. Fotos: Berenice Fregoso/ EL UNIVERSAL.

¿Qué panorama ves con la Agencia Espacial Mexicana y los inicios de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE)?

ALCE es una organización muy nueva, de hecho, aún no opera al 100% porque les hace falta dos países para que inicien actividades. Para entenderlo, podemos ver a la Agencia Espacial Europea, en la que los países que la conforman unen sus presupuestos y han podido realizar proyectos aeroespaciales muy importantes. Esa es la misma idea aquí en ALCE, trabajar en equipo y poder realizar algunas misiones espaciales. Es importante porque México es la sede principal de la agencia, por lo que estamos actuando como líderes espaciales por primera vez. La Agencia Espacial Mexicana no tiene los recursos necesarios, sólo por equiparar, la Agencia Espacial de Costa Rica recibe 10 millones de dólares, la de México sólo 3 millones. La realidad es que el presupuesto necesario no se da, así que es algo en lo que estamos trabajando, en que en futuros años podamos tener más presupuesto y realizar proyectos cada vez más avanzados.

¿Qué se necesita para que las futuras generaciones que quieren dedicarse al espacio lo puedan lograr?

Creo que solemos decirles a los jóvenes que sueñen, estudien y se preparen para lo que quieren ser, esas palabras son muy comunes, pero cómo le decimos a un niño que sueñe si nosotros no estamos haciendo lo necesario para que lo puedan lograr. ¿ Para qué inspirar a los jóvenes si nosotros no hicimos el trabajo para que ellos cumplieran sus sueños? Yo quiero decirles a los jóvenes que si lo que quieren no está aquí, salgan y lo busquen. En México las personas ya están preparadas y motivadas, lo que hace falta es el apoyo.

Sobre la fundación, ¿qué objetivos persiguen actualmente?

La Fundación Katya Echazarreta se inserta en el contexto en que vivimos aquí en México. Antes yo escuchaba mucho que en nuestro país no existía el interés por conocer más del espacio, y yo no lo creo, eso no es verdad, la realidad aquí es la falta de apoyo, de oportunidades, esa es la realidad. Tenemos en nuestra nación una fuga increíble de talentos, cuando nos ponemos a contar y analizar la cantidad de mexicanos que triunfan en el extranjero, resulta difícil de creer. Siempre hemos tenido ese talento, pero no tuvimos un lugar para desarrollarlo. Ese es el corazón de la Fundación. Yo quiero crear esas oportunidades, yo quiero que estas personas que sueñan con lo mismo que yo soñé, tengan la oportunidad de hacerlo aquí, de poner el nombre de México en alto con su talento. El primer proyecto de la Fundación fue el campamento espacial, que se hizo en verano.

¿En qué consisten los campamentos?

El campamento es único en su tipo en México y América Latina. Los jóvenes aprenden todo lo relacionado con la industria espacial. Se ven temas de robótica, ingeniería, programación y ciencia. Ven también temas de aviación, nutrición, psicología, entrenamiento físico e incluso de trajes espaciales. Se recrea una misión espacial análoga, la edición pasada fue un viaje al planeta Marte. Ya estamos preparando la segunda edición, que se realizará en la Ciudad de México y Morelos. La Fundación cubre todos los gastos de los jóvenes seleccionados. El próximo año se abrirá la convocatoria para los tripulantes de 2024, serán 100 seleccionados de 13 a 17 años, con todos los gastos pagados.

¿Qué pensaste al ver la Tierra desde el espacio? ¿Cómo te sientes de dejar atrás la NASA?

Cuando vi la tierra desde allá arriba, sólo pensé que es imposible imaginar la imagen real de nuestro planeta. No tenemos la manera de imaginar un planeta en tres dimensiones hasta que lo ves. Esas texturas, las alturas, las dimensiones son mucho más impactantes. Me siento bien de mis decisiones, hemos logrado cosas increíbles a pesar de que nos dijeron que no se podía, que no valía la pena. No he perdido nada, he ganado, y hemos logrado imposibles, cada cosa que logramos es una señal de que podemos seguir adelante y eso haremos.

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