Del Centro Histórico de la CDMX hasta Qatar fue el reciente viaje que realizó la obra de Clotilde Jiménez (Honolulu, Hawái, 1990), artista puerto riqueño-americano que desde hace tres años reside en la Ciudad de México.Fashion Trust Arabia (FTA), en alianza con la modelo Naomi Campbell, subastó la obra “Mujer en Hiyab”, de Jiménez, en un evento benéfico para el apoyo de la siguiente generación de talento creativo y empresarial en medio oriente.
La obra de Jimenez, quien estudió arte en el Instituto de Arte de Cleveland y Slade School of Fine Art (Londres), forma parte de las colecciones de la Fundación Ford, el Museo de Arte de Orlando, el Museo de Arte Hessel.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el artista plástico -que aborda los temas de raza, sexualidad y cuerpo en su obra- cuenta cómo es que se inició en el arte, qué es lo que llevó a establecerse en México.
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“La verdad no sabía nada de arte porque crecí en un barrio peligroso de Philadelphia y no teníamos dinero. Pensar en arte estaba fuera de todo, pero el arte fue para escapar de mi situación”, cuenta Jiménez, quien descubrió el arte hasta la universidad.
Su experiencia de estudio fue la que marcó su línea artística, pues fue un choque para él formarse en un ambiente de gente blanca, después de vivir en un barrio negro.
“La Universidad fue un poco difícil porque de un barrio a una ciudad tan diferente fue una transición muy difícil para mí por la clase y la raza. Estaba tratando de jugar con distintas ideas de identidad en mi obra y necesité un par de años para entenderme y entender el mundo, acomodar mis emociones y lanzarme”.
Después de la licenciatura, Jiménez se mudó a Londres para estudiar la maestría. Ahí, el artista decidió echar raíces, sin embargo, por la polarización que causó el Brexit, e indirectamente la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, vivió ataques racistas que lo obligaron a él y a su pareja a dejar el país. Ahí fue cuando llegó a México.
La obra de Jiménez es autobiográfica, plasma figuras humanas y escenas cotidianas, con la técnica de collage y mezclando la pintura. “Mi identidad no es lineal. Para mí el collage me permite contar esas historias al mismo tiempo, en diferentes capas”, explica el artista sobre el estilo de su obra.
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También por esta razón los materiales y texturas son muy importantes para Jiménez, pues “pueden contar una historia. A lo mejor algo de plástico para hacer referencia a la pobreza”.
Ahora que Clotilde se mudó a México, conforme a ido descubriendo la cultura y la ciudad, también ha descubierto nuevos materiales para implementar en su obra, como el plástico que usan las abuelas y los puestos callejeros para cubrir superficies y que suele estar estampado con líneas verticales o patrones floreados, así como papel amate, hecho de corteza de árbol, que se usó en algunos códices en la época de la Conquista.
“México representa a latinoamérica. Está muy avanzado en temas de política social, de género, he podido conversar con varias personas sobre el afromexicanismo. Es muy moderno, pero también hay pirámides… México es el gran padre de las ciudades, Nueva York y Los Ángeles son ciudades bebés”, dice Clotilde Jiménez sobre el país.
Con respecto a si percibe que en la escena del arte México se está volviendo un punto de encuentro, el artista afirma que “hay gente hablando y viendo. México está en el radar del mundo del arte. He escuchado a grandes artistas, no quiero decir quién, que abrirán un estudio en una fábrica de Guadalajara”.
Actualmente, Jiménez trabaja en una exposición con la que la galería Mariane Ibrahim, que lo representa en Londres, inaugurará su sede en la Ciudad de México en febrero de 2023.
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