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Problemáticas actuales como el acoso escolar, la violencia sexual, la incomunicación familiar y la búsqueda de identidad abordadas desde la perspectiva de los adolescentes ofrece Clic. Cuando todo cambia, una obra que habla de las complejidades de la adolescencia con una sensibilidad muy especial, bajo la dirección de Sandra Rosales.
La directora especialista en teatro para niños y jóvenes asegura que esta puesta es un viaje emocional que combina poesía, música original y actuaciones intensas, una historia dura porque justo explora una etapa de la vida en la cual te cambia todo.
“Te está cambiando el cuerpo, estás forjando tu identidad, estás poniendo límites con respecto a todo y vas descubriendo el mundo, te quieres comer el mundo; son muchas emociones y también en un entorno que desafortunadamente cada vez es más violento”, dice Rosales.
Escrita por Amaranta Osorio e Itziar Pascual, Clic. Cuando todo cambia, sigue la historia de Leia, una adolescente que enfrenta las consecuencias de un abuso sexual y los impactos que eso tiene en su entorno. La obra muestra cómo los personajes navegan por sus emociones, desde el aislamiento hasta la posibilidad de reconstruir sus relaciones y sus vidas.
“El tema en sí es muy fuerte y es pensado para jóvenes, desde la dramaturgia está esa sutileza para abordar los asuntos”, dice.
La directora que es becaria del Sistema Nacional de Creadores de Arte asegura que a pesar de todo el conflicto, al final los personajes tienen la posibilidad de cambiar, de accionar, de denunciar, de no quedarse callados, de ir hasta terapia, “es señalar cómo a partir de una mínima acción se pueden cambiar las cosas”.
Cada personaje de la obra tiene su trama y cada espectador se podrá identificar con alguno, sean los papás o con algún adolescente. Se presenta sábados y domingos en el Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández del Centro Cultural del Bosque; en el elenco están Reneé Doval, Paola Cuarón, Andrés Mayer, Laura Vega, y Gilberto Dávalos. El diseño sonoro y la música original son de Juanjo Rodríguez; la escenografía, de Félix Arroyo, y el diseño de vestuario, de Teresa Alvarado.
