Más Información

Tras supuesto rechazo de avión con deportados, SRE asegura que hay buena relación con EU; “cooperamos con respeto”, dice

Clausuran temporalmente relleno de escombros en Jocotepec, Jalisco; Semartnat aclara que no hay permiso

FGR investiga a Mauricio Sahuí, delegado del Infonavit en Yucatán; está ligado al Cártel Inmobiliario de “Los Mañé”
El escritor nicaragüense y Premio Cervantes Sergio Ramírez aseguró este lunes que no hay exilio para él porque la lengua es su patria, de la que nadie puede desterrarlo.
"Si soy nicaragüense, lo soy a la manera de quien no puede ser de otra forma, y no hay exilio posible porque la lengua me libera: es una lengua sin fronteras, que nadie puede quitarme y desterrarme", indicó al inicio del IX Congreso de la Lengua Española, que se celebra desde hoy en la ciudad española de Cádiz (suroeste).
Ramírez es una las más de 300 personas a las que el gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ha retirado la nacionalidad por "traición a la patria".
Lee también: El adiós a Chabelo, la falsa invasión extraterrestre y el Vive Latino en los memes de la semana
El literato, que recordó al recientemente fallecido escritor chileno Jorge Edwards, explicó que, en su país, siempre han estado "huyendo de terremotos, pestes y tiranos".
"El tirano que envejece en su cama es siempre el mismo: desvaría en sus arbitrariedades, impone el silencio, condena al destierro... Las armas han cobrado siempre su precio a las letras que pugnan por la libertad. El poder, cuando quiere ser absoluto, mal disimula su inquina contra la imaginación", recalcó.
El autor, que fue vicepresidente de Nicaragua entre 1985 y 1990, con Ortega de presidente, destacó cómo las tiranías castigan a las novelas. "Y quienes las escriben deben de pagar con el destierro", comentó, ante el "delirio de las arbitrariedades de los tiranos".
Lee también: La visión de Mariana Yampolsky, en el Museo Archivo de la Fotografía
Pero, recordó, la suya es una lengua sin fronteras: "Una lengua que nadie puede quitarme y de la que nadie puede desterrarme, la lengua que es mi patria".
melc