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La Tate Britain de Londres presentó hoy la exposición "Muy humanos: Bacon, Freud y un siglo de pintar la vida", en la que se muestra como representaban "el día a día" a través de la pintura los principales artistas figurativos británicos, desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad.
"Se trata de una exposición sobre la vida y lo que es la vida", apuntó una de las comisarias de la exposición Laura Castagnini, quien señaló que, para ello, los artistas "no solo pintaban a personas sino también los lugares que formaban parte de su día a día".
Así, a lo largo de las once salas que componen la muestra pueden verse "las personas a quienes los artistas amaban y sus paisajes cotidianos".
David Dawson, quien fuera asistente de Lucian Freud, posa frente a la obra “David and Eli” Foto:Reuters
La capital británica monopoliza gran parte de los lugares de estas obras, porque los veintidós artistas que forman parte de la exposición pasaron parte de su vida en la ciudad, que les sirvió como fuente de inspiración para sus creaciones.
Es el caso del creador David Bomberg , quien entre 1945 y 1953 impartió clases en Londres y se caracterizó por sus poco convencionales métodos de enseñanza, en los que instaba a los estudiantes a reproducir exteriores.
Bomberg pintó en numerosas ocasiones la catedral de San Pablo como símbolo de la resistencia británica en la Segunda Guerra Mundial, de lo que pueden verse algunos ejemplos en la exhibición como "Evening in the Ciy of London" (1944).
De la época de la posguerra destacan las obras del irlandés Francis Bacon, el suizo Alberto Giacometti y el indico Francis Newton Souza, quienes supieron reflejar "la devastación, el miedo y la oscuridad" de aquel momento, tal y como indicó Castagnini.
Una de las piezas que mejor plasma esto es "Study after Velázquez" (1950), una de las más de 40 reinterpretaciones que Bacon hizo a lo largo de su carrera de la obra del español Diego Velázquez, "Retrato del papa Inocencio X" (1650).
Por su parte, Giaccometti representó a través de esculturas como "Woman of Venice IX" (1956) el existencialismo imperante en aquel momento, mientras que Souza reflejó su propia visión del mundo, marcada por "la religión y la sexualidad" en obras como "Crucifixion" (1959).
Avanzando ya en la segunda mitad del siglo, cabe detenerse en las obras de Lucian Freud (1922-2011), considerado uno de los artistas figurativos más importantes del arte contemporáneo, en cuyas recreaciones de los años sesenta predomina el estudio, no solo como lugar de producción de sus trabajos, sino como parte de ellos.
"Man's Head" (1963), un autorretrato de Freud, es una de las pinturas más valoradas del artista que puede apreciarse en la Tate Britain, quien también fue retratado por su amigo Francis Bacon.
"Cabeza de hombre", de Lucien Freud FOTO:EFE
Ambos artistas mantuvieron una estrecha relación durante años y, en 1964, Bacon pintó a su amigo en la obra "Study for a Portrait of Lucian Freud", uno de los grandes reclamos de la exposición, que no había vuelto a mostrarse al público desde hace más de medio siglo.
Según el director de la Tate Britain, Alex Farquharson, esta recopilación es una "gran oportunidad" para poder contemplar pinturas "extraordinarias que no habían podido verse en las últimas décadas".
"Queremos mostrar cómo los artistas figurativos británicos encontraron la manera de plasmar la vida con sus pulsiones más íntimas en lienzos", señaló.
Walter Sickert, Stanley Spencer, Michael Andrews, Frank Auerbach, R.B. Kitaj, Leon Kossoff, Paula Rego o Jenny Saville son solo algunos de los nombres del resto de artistas que conforman la muestra, cuyo nombre original en inglés es "All too human: Bacon, Freud and a Century of Painting Life".
"Todos tienen formas de pintar muy diferentes -reconoció la comisaria- pero les une su reivindicación de la figuración frente al dominio de la abstracción".
Obras de Paula Rego FOTO:EFE