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El arqueólogo y director del Proyecto Templo Mayor (PTM), Leonardo López Luján, fue condecorado en grado de Caballero de la Legión de Honor de Francia, nombramiento que recibió el pasado lunes de manos del embajador de ese país Jean-Pierre Asvazadourian.
El decreto del nombramiento fue hecho el 26 de septiembre pasado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en seguimiento a una propuesta del Ministerio para Europa y de Asuntos Exteriores de ese país.
López Luján también es investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y en enero pasado fue elegido como miembro corresponsal del Instituto Arqueológico de América.
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Por sus recientes logros, Leonardo López Luján compartió con EL UNIVERSAL un texto inédito donde expone que la situación de la arqueología en México está en crisis, y expresa sus agradecimientos con Francia por nombrarlo Caballero de Honor. También aborda las relaciones con otros países para mejorar la investigación arqueológica por la falta de presupuestos que actualmente azotan al INAH.
El arqueólogo abre su texto hablando de las relaciones que forjó con Francia en materia de investigación arqueológica. “A partir de 1998, cuando me doctoré, he participado con mis colegas franceses en proyectos colectivos de formación académica, excavación, análisis de objetos arqueológicos y documentos y organización de exposiciones temporales”.
López Luján expone que actualmente existe una crisis en la arqueología del país, debido a la inseguridad y a la falta de presupuestos para ampliar y mejorar las investigaciones. “Hace ya varios años que desarrollamos nuestras actividades en un ambiente particularmente adverso. Al menos, en la Ciudad de México no sufrimos del clima de violencia e inseguridad al que están expuestos nuestros colegas que laboran en el interior de la República”, expresa.
Y agrega que el principal problema que han sorteado en el PTM es la falta de recursos y presupuestos. “Hemos visto reducirse dramáticamente los presupuestos destinados a cubrir los insumos, las herramientas y los equipos tecnológicos indispensables para la investigación y la conservación, e incluso, han desaparecido apoyos básicos como el internet y hasta el agua potable”, señala.
Añade que parte del equipamiento del laboratorio del PTM se encuentra obsoleto, y que las autoridades del INAH no se han preocupado por adquirir tecnologías novedosas que ayuden a las investigaciones actuales.
“Para colmo, no se ha apostado por reemplazar equipos de laboratorio obsoletos como el de Radiocarbono ni por adquirir tecnologías analíticas novedosas”.
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El arqueólogo explica que han podido sortear la situación de precariedad estableciendo uniones con instituciones nacionales y extranjeras, “Sumamos esfuerzos con miembros de los institutos de Ciencias del Mar y de Biología de la UNAM para estudiar vestigios de organismos oceánicos y de aves que con nuestros raquíticos recursos financieros no habíamos logrado identificar”, detalla.
López Luján enumera otras instituciones nacionales que han cooperado con el PTM, como los institutos de Investigaciones Antropológicas, de Física y de Química de la UNAM. También menciona universidades extranjeras, como la de Barcelona, España, de la Columbia Británica, en Canadá, y de Okayama, Japón.
“Seguimos excavando en las fachadas del Templo Mayor. Estamos explorando tres ofrendas y seguimos en la búsqueda de una cuarta, así como de los sepulcros de los soberanos mexicas. ¡Cruzo los dedos!”, finaliza el escrito.