Los para primero, segundo y tercero de secundaria para el ciclo escolar 2023-2024 —que arrancará el 28 de agosto— ya están en proceso de impresión luego de ser diseñados y elaborados por la propia . A través de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (), la SEP pagará alrededor de 766 millones de pesos, de los cuales 346 millones 337 mil pesos serán para la producción de 33 millones 375 mil ejemplares de los 19 títulos —seis por cada grado y uno destinado a los maestros—, y 420 millones de pesos para la compra de 5.9 millones de libros de inglés para los tres grados que comprarán —de mala gana— a 11 editoriales privadas de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).

El año pasado, a través de la Conaliteg, la SEP junto con las secretarías de Educación estatales facturaron a 32 editoriales dedicadas al libro de texto y agremiadas en la Caniem, cerca de mil 600 millones de pesos por la compra de 40.1 millones de libros para secundaria. Pero este año, la SEP, junto con gobiernos estatales, pagará alrededor de 834 millones de pesos menos que el ciclo escolar pasado, porque decidió convertirse en editora, también para secundaria, como ya lo era a nivel primaria.

La SEP desdeñó el trabajo de pedagogos, ilustradores, editores, redactores, diseñadores y demás expertos del sector educativo, y sostuvo la elaboración de los libros en el trabajo sin pago extra —hasta donde se sabe— de los profesores de educación secundaria a través de asambleas.

Nuevos libros de texto gratuitos. Foto: EL UNIVERSAL
Nuevos libros de texto gratuitos. Foto: EL UNIVERSAL

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Según el Acta de Fallo de la Licitación Pública electrónica nacional No. LA-11-L63-01163001-N-68-2023, denominada “Adquisición con entrega de papel y cartulina y devolución de merma de 19 títulos del programa de libros de texto para secundaria correspondiente al ciclo escolar 2023-2024” — publicada por la Conaliteg con fecha del 27 de junio—, nueve editoriales ganaron la licitación para imprimir los nuevos libros de texto de la llamada Nueva Escuela Mexicana, con lo que concluye oficialmente el programa de Adquisición de libros de texto de Secundaria que la SEP tenía desde hace cerca de 25 años con editoriales privadas.

El director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, a finales de abril, inició una campaña contra la industria editorial privada. En el foro “Libros de Texto Gratuitos. Avances y retos de una nueva política”, organizado por el Conacyt, el funcionario aseguró que la elaboración de los libros era un gran negocio para los empresarios de la educación, y que eso se acababa. Lo dijo cuando la SEP ya elaboraba los libros.

Así, el Estado mexicano se convierte en editor a decir de editores privados de libro de texto, quienes ven posible que la SEP eche campanas al vuelo por ahorrarse dinero en la elaboración, diseño e impresión de los nuevos libros. Sin embargo, especialistas como Carlos Mancera, quien fue subsecretario de Planeación y Coordinación en la SEP entre 1994 y 2001, y la investigadora del Cinvestav, Alma Maldonado, anticipan que el impacto será desastroso y el costo educativo muy alto.

Jueza solicita a la Secretaría de Educación Pública que detenga la elaboración de libros de texto.
Foto: EL UNIVERSAL / Carlos Mejía
Jueza solicita a la Secretaría de Educación Pública que detenga la elaboración de libros de texto. Foto: EL UNIVERSAL / Carlos Mejía

Coinciden en que si el argumento de la SEP fuera el ahorro en el presupuesto asignado a los libros, sería lamentable, pues teniendo como ejemplo los libros de primaria —que circularon en formato digital y ya están siendo distribuidos en su formato impreso, resultado del trabajo, sin más paga, de maestros— anticipan libros hechos al vapor e improvisados. Arriaga ha celebrado que los libros son hechos por los maestros que están frente a aula, porque ellos no negocian “con caraduras, con cínicos, con transas”, porque ellos se deben al “pueblo bueno silenciado, olvidado; a los oprimidos”.

Carlos Mancera, especialista en educación y ex subsecretario de Planeación de la SEP, afirma que ahorrarse 800 millones sobre un gasto nacional en educación secundaria de 200 mil millones de pesos que destinó al pago de maestros es absurdo, “es dejar de poner un ingrediente básico de muy bajo costo en relación con el conjunto, para que el esfuerzo de todos sea redituable”.

Además, el “ahorro” representa el 0.4% de lo que el país gasta en pagar a sus maestros. “No tiene ningún sentido pagar a nuestros maestros y después no darles la herramienta indicada que mejor les sirva para la enseñanza”. Y desdeñar lo que México tiene: una base de autores, ilustradores, diseñadores, pedagogos altamente formados y que por décadas han trabajado en la elaboración de los libros de texto con diversos enfoques, “estamos sustituyendo experiencia, profesionalismo, años de vida y preparación, con improvisación”.

La investigadora del Cinvestav, Alma Maldonado, quien ha hecho una crítica puntual al proceso de elaboración de los nuevos libros de texto que encabeza Marx Arriaga, cuestiona dicho ahorro, pues dice que la realidad es que la SEP hará menos libros de los que se entregaban —ocho en promedio— a los niños. “No es un tema de costos, los libros, la educación, la ciencia no es un tema de gasto, debe ser un tema siempre de inversión, es importante, es fundamental para el desarrollo del país, por lo tanto no tienes que estar pensando cuánto dinero te ahorras”.

Aplica la 4T austeridad  para libros de secundaria
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Además los están haciendo por campo formativo, a diferencia de la primaria, que son por proyectos. Dice que “aquí claramente se ve que no les dio tiempo. No había la capacidad ni técnica ni física de hacer los libros, o sea los están pagando, es un absurdo, porque por lo menos los otros eran libros trabajados por especialistas, se evaluaban, se piloteaban y tras probarlos se integraban, pero ahora nadie los evalúa.

“Que era un buen negocio para las editoriales, claro, pero hacían los mejores libros posibles, porque era una competencia de mercado. Si no tienes tú la capacidad de hacerlos, no tienes la capacidad de imprimirlos y terminas con la peor opción posible y son unos libros mal hechos, que no han pasado por revisiones de profesionales ni expertos en los distintos temas. Al final hay un gasto innecesario, los maestros no los va a usar porque no les van a servir”, afirma Maldonado.

La SEP ya dio luz verde a la impresión de seis libros para cada grado: Ética, naturaleza y sociedades, Nuestro libro de proyectos, De lo humano y lo comunitario, Múltiples lenguajes, Lenguajes y Saberes y pensamiento científico, que, en teoría, deben llegar en agosto a 24.2 millones de estudiantes de secundarias públicas del país. A ellos se suma: Un libro de recetas para la maestra y el maestro. Fase 6.

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