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Aunque con pequeñas caídas de mampostería, leves desprendimientos en fachadas, cierto desnivel o separaciones entre construcciones, y algunas fracturas leves que han hecho salir a algunos inquilinos que prefieren mudar su comercio, por precaución, en general las edificaciones de principios del siglo pasado en las colonias Roma y Condesa , resistieron muy bien el sismo del pasado martes.
En un recorrido realizado esta mañana por distintas calles de esta zona, ubicamos pequeños daños en edificios emblemáticos como Casa Lamm, sobre la avenida Álvaro Obregón, donde se cayó parte de una pequeña barda en la azotea que ya fue totalmente retirada pero que no afectó de ningún modo la fachada; o la llamada Casa de las Brujas, que es el edificio Río de Janeiro y donde sólo se desprendió parte de la decoración de una de las ventanas de la fachada.
En la calle de Valladolid casi esquina con Puebla, una tienda de decoración de interiores, decidió abandonar el inmueble, no porque protección lo haya pedido, sino porque temen otros sismo. El dueño, un español que prefirió el anonimato, dijo que les manifestaron que sólo hay una fractura en la fachada, sin embargo, ellos prefirieron traer un camión y comenzar a sacar todos sus materiales, sillas y escritorios.
Dos edificios de Colima, marcados con los números 226 y 228, siguen habitados, pero están acordonados, a simple vista no hay daños, pero los vecinos aseguran que se separaron y uno de ellos, el 226, se echó ligeramente hacia adelante, pero la vida sigue normal, en el primer piso se ve a sus habitantes haciendo sus tareas cotidianas.
Los espacios más afectados son edificaciones de más reciente construcción, incluso algunos están en riesgo de colapsar, sin embargo las construcciones más antiguas resistieron bien el sismo.
sc
