Hace dos años, el doctor Leopoldo Altamirano Robles, a través de Twitter, hizo pública su renuncia a la Dirección General del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) por instrucción de la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla. Le adjudicaron cinco denuncias en la Secretaría de la Función Pública que resultaron anónimas y el caso se resolvió a su favor en menos de cuatro meses.
El 6 febrero de 2020, el maestro en Ingeniería Eléctrica con especialidad en Computación por el CINVESTAV y doctor en Informática por la Universidad Técnica de Munich, Alemania, volvió a hacer pública a través de Twitter la documentación que confirma que las denuncias fueron tan anónimas que no procedieron, por lo que ni el Órgano de Control Interno ni la Secretaría de la Función Pública tuvieron elementos en su contra por desvío de recursos públicos y adjudicaciones directas, como lo confirman los documentos en poder de EL UNIVERSAL.
La gestión del doctor concluiría este año, justo en las celebraciones por el 50 aniversario de que el INAOE fue creado por decreto presidencial como organismo descentralizado, de interés público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, ubicado en Tonantzintla, Puebla.
“Yo sigo como investigador en INAOE, a donde llegué en 1997, me volví a incorporar, volví a asesorar a estudiantes de maestría y doctorado, estoy dando cursos, estoy reincorporado a la vida de la investigación”, asegura Altamirano Robles en entrevista dos años después de que el 13 de septiembre de 2019 publicara el tuit: “Este día, a petición de la Dra. @ElenaBuylla Directora del @Conacyt_MX, presenté mi renuncia como Director General del @inaoe_mx. Agradezco el apoyo y la confianza que me fue conferida y reitero mi compromiso por el INAOE y por el desarrollo científico de nuestro país.”
Relata que las cinco denuncias en su contra fueron anónimas, “pero se sabe bien quién las puso y es el que ahora es el actual director, Edmundo Gutiérrez Domínguez, que cuenta con el respaldo de la directora del Conacyt, y del que era director de investigación en Conacyt, Alejandro Díaz Méndez, que ahora es titular de la Unidad de Articulación Sectorial y Regional del Consejo, él es el gran amigo del actual director y entre ellos dos más el Sindicato del INAOE apoyados por la directora de Conacyt hicieron todo el enjuague para sacarme”.
Las denuncias en Función Pública contra Altamirano Robles no prosperaron. No hubo inhabilitación ni sanción, pero sí fue neutralizado.
“No tuve ningún problema para reincorporarme a la investigación, excepto que los proyectos que tenía, la mayoría los ha ido cerrando la dirección actual, sin darle continuidad, con el argumento de que no es lo que la nueva dirección desea; pero de ahí en fuera en principio me ha ido bien, incluso para febrero 2020 que se lanzó la convocatoria para el puesto de director general de INAOE, volví a concursar. Obviamente no iba a ganar pero era simbólico para demostrarles que no debía nada”, afirma el ex director del INAOE.
Álvarez-Buylla nunca visitó el INAOE cuando lo dirigía Altamirano Robles; “la vez que platiqué más con ella fue cuando me pidió la renuncia y después cuando me entrevistó porque concursé para la dirección general del INAOE, me tuvo que entrevistar porque está en el proceso; me preguntó si ya había resuelto mi problema de las denuncias y le dije que sí, que ahí tenía mi carta de no denuncias en la Función Pública”.
Una institución paralizada
“El sentir de los investigadores es que no estamos bien”, señala Altamirano, quien reconoce que el INAOE también ha sufrido los estragos de la austeridad republicana, pero no para que la institución esté paralizada como lo está. El presupuesto para 2022 “en principio es el mismo y no se paga, por ejemplo, el comedor que en su tiempo significaba más de 3 o 4 millones de gasto”.
“Deberíamos de seguir funcionando de forma normal pero hacia el interior el mensaje es: ‘el INAOE no tiene recursos’”, dice Altamirano, incluso “algunos dineros se han tenido que regresar, otros no se ejercieron o algunos se ejercieron mal, se compraron cosas por inversión que no debería”. Cita el caso del decremento en publicaciones, “están paralizadas, en marzo y abril nos decían que ya no había dinero para publicaciones, que cada quien debía pagar si quería publicar”; y agrega que hay trabajadores con irregularidades en sus contratos.
“En el caso de mi laboratorio que es de visión por computadora, tenía de 120 a 140 personas y prácticamente está desmantelado, lo poco que queda del laboratorio lo pusieron dependiente de un centro de ingeniería, pasaron a la gente para allá con el afán de borrar todo lo que yo había hecho, significa el desperdicio de 20 años de trabajo y de experiencia en la gente que ya no recontrataron”, afirma.
Los equipos siguen pero la mayor parte de la gente ya no está. La dirección argumenta que era gente de honorarios, pero Altamirano Robles asegura que se pagaban con los proyectos que tenían con empresas e instituciones como la Secretaría de Marina, con quienes llegaron a tener ingresos propios de 90 y 100 millones de pesos anuales. Esto sin contar los ingresos por el GTM (Gran Telescopio Milimétrico) en la Sierra Negra de Puebla, que implica inversiones en dólares de Estados Unidos.
“El dinero se ofreció a finales del 2019 y principios del 2020 y no se había podido gastar porque la administración que tenemos actualmente es un desastre, y no me refiero al director general sino a la parte administrativa para ejercer los recursos”, señala el doctor Leopoldo Altamirano, quien lamenta la situación del INAOE que mañana celebra 50 años de vida.
Documentos que avalan la inocencia de altamirano
El dato
Frase
"Para febrero 2020 volví a concursar para ocupar el puesto de director general de INAOE. Obvio no iba a ganar, pero era simbólico para demostrarles que no debía nada”. Leopoldo Altamirano Robles. Investigador.
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