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Revisando periódicos y hojas volantes del siglo XIX y los primeros años del siglo XX para sus investigaciones sobre José Guadalupe Posada y para sus trabajos sobre caricatura, Agustín Sánchez González reunió una serie de historias de nota roja y poco a poco se fue armando una buena cantidad de estas sobre asesinatos perpetrados por mujeres que dio lugar a un libro que publicó en 2000 bajo el título "Un dulce sabor a muerte" (Martínez Roca) y que reeditó hace unos días bajo el título "Miradas que matan. Crónicas de mujeres asesinas", bajo el sello Lectorum.
El libro recupera historias que cuentan, por ejemplo, el asesinato “del señor diputado del actual Congreso, don Manuel Muría, por su esposa doña Carlota Guevara”, o el relato de cómo la primera Miss México mató a su marido infiel; la historia de una chica de apellido Bejarano que torturó a muerte a niñas inocentes o la jovencita de sociedad que mató a su recién nacido para evitar la deshonra y luego se fue a un baile.
“Se me ocurrió que a la par que iba buscando todos mis otros temas, sobre todo del siglo XIX, que a mí me interesan mucho, también iba rescatando las historias que contaba el editor Vanegas Arroyo y que José Guadalupe Posada ilustraba en las hojas volantes que hacían”, asegura Sánchez González en entrevista.
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El historiador de la caricatura en México dice que unos años antes ya había publicado el libro "Las primerísimas historias de crímenes y horrores de la Ciudad de México", que fue parte de un trabajo que nunca circuló y que hizo para la Procuraduría del DF, que fue la historia de la nota roja en México.
Agustín Sánchez asegura que en los años 20 del siglo XX se da una suerte de liberación con las flappers, las pelonas que, dice, empiezan a vestirse a la moda, “y es curioso cómo empieza a generar los autoviudazos, incluso los periódicos manejaban cabezas como ‘El primer autoviudazo del año’, o del mes, porque se da una respuesta intensa de las mujeres”.
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La obra presenta alrededor de 25 hechos escritos de manera breve pensando que el lector pueda abrir el libro en cualquier página y halle una historia que lea de un tirón.
El libro de Agustín Sánchez contiene crónicas dedicadas a mujeres que, “viviendo bajo un país que aplasta y que se niega a cambiar sus patrones de conducta, se convirtieron en asesinas”. Historias ubicadas en los primeros años del México independiente y que muestran que tanto el crimen como la miseria han sido parte de nuestra sociedad desde su inicio.
“Ningún crimen es justificable, pero de alguna manera son historias donde la violencia que han vivido las mujeres las hacen responder de esta manera. Es como su última defensa.”