“¿Dónde están nuestras vidas anteriores?, ¿Dónde están nuestros antiguos deseos?”, se pregunta en una referencia al África precolonial uno de los artistas de Witness (Testigos), una muestra de arte africano contemporáneo que brilla en una Miami Art Week afectada también por el Covid-19.
Las más de 100 obras de Witness: Afro Perspectives from the Jorge M. Pérez Collection hablan de identidad, territorio, creencias y sincretismo, colonialismo y poscolonialismo, opresión, traumas intergeneracionales y una migración que no cesa.
Tras su inauguración el pasado lunes, la exposición abre sus puertas a un público reducido y con cita previamente concertada en El Espacio 23 (EE23), la “casa” de la colección de arte del empresario y mecenas de origen cubano Jorge Pérez.
El Covid-19 dejó a la Semana del Arte de Miami sin Art Basel, su insignia, y obligado a reducir aforos o recurrir a la tecnología para obviar lo presencial.
Entre los 75 artistas-testigos de esta muestra hay varios reconocidos internacionalmente, como David Koloane, una figura central en la era del apartheid en Sudáfrica, y Mikhail Subotzky, basado en Johannesburgo que utiliza diversos soportes en sus obras, desde fotografía a medios audiovisuales.
Otros son artistas emergentes y hay abundancia de artistas mujeres, como Pamela Phatsimo Sunstrum, de Botsuana, que busca en sus obras con figuras femeninas reflejar su herencia multicultural y la fluidez del tiempo y el espacio. En una de sus pinturas, The Seven, varias mujeres de su familia posan para un retrato con el telón de fondo de un paisaje volcánico.
En la pieza Nation of Refugees (Nación de Refugiados), que es una de las obras de mayor tamaño de la muestra, el estadounidense Christopher Myers utiliza la técnica del “quilt”, los acolchados hechos con retazos de tela, para presentar el drama de la emigración africana a Europa a bordo de atestadas embarcaciones y lo que les espera en la otra orilla si no mueren en el intento.