Más Información
Guadalupe Taddei solicitará ampliación del presupuesto para la elección judicial a la Cámara de Diputados; “si funciona, estaremos mejor en calidad y resultados"
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
IMSS-Bienestar asegura mantener contratados a 2 mil trabajadores en entidades no adheridas al organismo
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
SSa llama a tomar medidas preventivas ante bajas temperaturas; pide proteger salud por temporada invernal
El programa “Conduce sin alcohol” o “Alcoholímetro” se puso en marcha por primera vez en la Ciudad de México hace ya 20 años. Desde entonces ha evitado innumerables accidentes de tránsito causados por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
La cantidad de alcohol que se encuentra en la sangre después de haber ingerido bebidas alcohólicas, conocida como alcoholemia, se mide en gramos por cada litro de sangre o en miligramos por cada litro de aire exhalado.
Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Organización Panamericana de la Salud recomiendan que, a la hora de manejar un vehículo motorizado, el límite de alcohol en sangre en la población en general sea de 0.5 gramos por litro; y en conductores jóvenes o inexpertos, de 0.2.
Por lo que se refiere a nuestro país, el artículo 50 del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México establece que está prohibido manejar vehículos motorizados cuando se tenga una cantidad de alcohol en la sangre superior a 0.8 gramos por litro o en aire espirado superior a 0.4 miligramos por litro.
Lee también: Descubren una gruta ancestral en el tramo 5 del Tren Maya
El alcoholímetro es un instrumento que mide el nivel o porcentaje de alcohol en la sangre, porque éste se correlaciona con los efectos que produce en el organismo.
“Si una persona se toma una o dos cervezas de 355 mililitros, el alcohol que contienen se podrá percibir en su aliento más o menos una hora después. Pero si se las toma y le practican de inmediato la prueba del alcoholímetro, ésta saldrá con un nivel alto, porque el alcohol aún permanece en su estómago; es decir, dará un falso positivo, como si estuviera más alcoholizada de lo que realmente está”, indica Luis Carlos Faudoa Mendoza, responsable de la Clínica de Atención Integral para las Adicciones, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
Unidad de alcohol
Una cerveza (355 mililitros), una copa de vino (150 mililitros) y medio caballito de tequila (30 mililitros) contienen 10 gramos de alcohol, o lo que es lo mismo, una unidad de alcohol.
Una persona de aproximadamente 70 kilos tarda más o menos una hora en metabolizar media unidad de alcohol (si se trata de un bebedor crónico, es probable que lo haga con más rapidez).
“Así pues, el alcohol en sangre en un hombre de unos 70 kilogramos sube con una cerveza a 0.2 gramos por litro; con dos, a 0.5; con tres, a 0.7; y con cuatro a 0.9. Entretanto, el alcohol en sangre en una mujer con ese mismo peso sube con una cerveza a 0.3 gramos por litro; con dos, a 0.6; con tres a 0.9; y con cuatro a 0.12. Esta diferencia entre ambos sexos se debe a que el volumen de distribución de agua en las mujeres es menor al de los hombres. Claro, los efectos del alcohol en cualquier persona dependen también de si durmió bien la noche anterior, si comió antes de beber o mientras lo hacía, y si ingiere alcohol de manera crónica”, declara Faudoa Mendoza.
Lee también: Museo Frida Kahlo crea Cápsula del Tiempo que será abierta en 2058
Riesgos
Se ha visto que fijar niveles más estrictos de alcohol en sangre para conducir reduce los accidentes de tráfico, aunque, de todos modos, conductores jóvenes o inexpertos con 0.2 gramos de alcohol por litro de sangre han llegado a chocar.
“A partir de 0.5 gramos de alcohol por litro de sangre, la persona empieza a ser más impulsiva y desinhibida, y a experimentar una disminución de sus reflejos. Sin embargo, a partir de 0.8, cualquier conductor corre más riesgos porque, además, tiene dificultades para tomar decisiones, coordinar movimientos y calcular la distancia que lo separa de otro automóvil o de la banqueta cuando, por ejemplo, va a dar vuelta en una calle o en una avenida”, explica el académico universitario.
Con 1.5 gramos de alcohol por litro de sangre, el conductor tiene los reflejos sumamente alterados y reacciona con lentitud e imprecisión; asimismo, muestra una concentración visual deteriorada y no puede mantener la atención. Todo esto le impide manejar en forma segura.
Con 2.5 está completamente ebrio, o sea, aletargado y confuso, sin la capacidad de tomar una decisión con certeza; y con 3 pierde paulatinamente la conciencia como antesala al coma, e incluso puede morir.
Consumo responsable
De acuerdo con Faudoa Mendoza, es de vital importancia cuidar el consumo de alcohol no sólo en la próxima temporada navideña, sino también durante el resto del año.
“Si planeas tomar nada más dos cervezas en una reunión o en una fiesta, lo mejor es que no lleves automóvil y regreses a casa en un taxi (nunca con alguien que bebió), porque, con dos cervezas, el alcohol en sangre sube a 0.5 gramos por litro, y está plenamente comprobado que esta cantidad incrementa la posibilidad de que sufras un accidente de tráfico. Por lo contrario, si no planeaste tomar y ya lo hiciste y llevas automóvil, lo más recomendable es dejarlo en un estacionamiento o en otro lugar seguro, y regresar a casa también en taxi. Otras estrategias de consumo responsable de alcohol son: a partir de cierta hora (por ejemplo, la medianoche), deja de beber y espera a que ‘se te baje’, pero no manejes; o toma una cerveza y luego agua y luego toma otra cerveza y come algo, y así. Date cuenta qué tanto alcohol te puede poner ebrio. Y si tu objetivo es alcanzar la desinhibición social, no bebas más de cuatro o cinco cervezas… No está de más decir que aquí, en la Clínica de Atención Integral para las Adicciones, se imparten talleres en los que se enseña cómo ser un consumidor de alcohol más responsable”, finaliza.
Lee también: El mundo de Michael Ende, en la Ciudad de México