Más Información

Asesores votan dictamen a nombre de diputados de Morena por "fallas de conexión"; PAN acusa "ilegalidad"

Detienen a presunto feminicida de Karla, joven asesinada con un arma larga en Guadalajara; “en Jalisco el que la hace la paga”, asegura gobernador

FOTOS: Hugo Aguilar asiste como invitado especial a la Guelaguetza en Oaxaca; le acompañan Nahle, Jara y Castro Cosío

Adán Augusto López asegura que no sospechó de Hernán Bermúdez; "si hubiese sospechado inmediatamente lo separamos del cargo", dice

Fernández Noroña denuncia "campaña inquisitoria" contra Adán Augusto López; insiste que "no hay pactos de complicidad"
Estamos en una era donde el consumo colaborativo, uso de redes sociales y tecnologías de tiempo real nos llevan a comportamientos análogos al trueque, intercambiar o compartir un artículo.
Vivimos una economía donde lo mío es tuyo y donde la confianza que se tiene del otro es la piedra angular de todo el proceso.
El consumo colaborativo es el inicio de una transformación de nuestra manera de pensar sobre la oferta y la demanda. La tecnología incrementa la eficiencia y el tejido social de confianza hace que compartir cosas sea más fácil. Llegar a ese punto de colaboración y confianza con el nicho de mercado adecuado requiere:
Identificar las propias habilidades. Las personas se percatan del poder de la tecnología para liberar la capacidad que se tiene en desuso y dar valor a toda clase de activos, desde habilidades hasta espacios o posesiones materiales que no habían identificado que podían ser útiles para alguien más.
Tener en cuenta que el uso que se le dan a las cosas y las experiencias que se pueden vivir con ellas. Ya es obsoleto el interés a adquirir bienes que terminan archivados en el armario o en los estantes de la biblioteca porque sólo se usan una vez.
Aprovechar la tecnología para crear confianza: En la red hay millones de aplicaciones o redes sociales que segmentan los nichos de mercado de acuerdo con sus necesidades o gustos. Esto permite que se pase de ser consumidor pasivo a creador de contenidos con una simple publicación. A través de estos medios se puede recolectar información que está a la vista de todos los miembros de dicha comunidad. Comentarios, likes y recomendaciones se convierten así en el punto diferencial que le permitirá llegar a más público gracias a que su reputación es más conocida.
Buscar personas, no transacciones. Los nuevos microempresarios de la era digital deben basarse en el relacionamiento de personas y no en transacciones vacías. Se trata de empoderarse de su idea de negocio a través del consumo colaborativo y encontrar conexiones significativas.
Pasar de una época de derroche a una más autosostenible. Por eso centrarse en brindar experiencias agradables y únicas ofrece mayores posibilidades para que su reputación sea óptima y, por ende, la confianza del posible cliente hacia usted determine su éxito en la transacción.
La reputación es el eje: Cada persona tiene la capacidad de moldear su reputación. Sólo debe empezar por escuchar a su nicho de mercado y tomar decisiones de acuerdo con los datos que recolecte. Hay que entender que la reputación tiene un valor y este se convertirá en una especie de ‘moneda de la suerte’ que determinará si alguien confía o no en usted.
Las redes de confianza y el capital de reputación que generan éstas, reinventarán los conceptos que se tienen sobre la riqueza, mercados, poder e identidad personal.
Por eso, se necesitan crear vínculos de confianza con su público objetivo. Un cliente feliz traerá siete posibles clientes, sólo debe crear nuevas ideas llamativas que lo hagan único y marcar así la diferencia en el mercado. Esta fórmula no sólo lo hará único sino también especial para su nicho de mercado y en la medida que esto ocurra su reputación subirá.