Es sorprendente que después de 25 años se abrieron los expedientes secretos del “Caso Coloiso”, y debemos reconocer que fue este nuevo gobierno quien desclasificó la información y la dio a conocer, así mismo el Presidente López Obrador declaró el magnicidio como un “Crimen de Estado”, en una de sus ruedas de prensa afirmó: “Se dice que cuando se trata de crímenes de estado, siempre hay complicaciones para conocer la verdad, pero hay que indagar hay que insistir”.
Por lo visto el Presidente no cree en la versión oficial, duda determinantemente de ella y piensa como la mayoría de los mexicanos que efectivamente se trató de un crimen de estado.
Y agregó: “si hay posibilidades de reabrir el caso legalmente se hará”… “no dar carpetazo a ninguno de estos asuntos”… “en el caso que se tratara de un crimen de estado”.
Fuertes declaraciones, pero nulas acciones ya que ese mismo día la Secretaria de Gobernación contradijo al Presidente al señalar que el caso “prácticamente está cerrado” porque el último fiscal hizo un “estudio impresionante”… “una investigación científica de altísimo nivel” y sólo con “hechos supervenientes” se podría reabrir el caso, es decir con nuevas pruebas que aportar. Que contradicción, el Presidente cree que fue un crimen de Estado y la Secretaria confía en la tesis del asesino solitario. En resumen los mexicanos y el Presidente nos quedamos igual que siempre, con la duda del crimen de estado pero con la versión del asesino solitario.
Recientemente se estrenó una serie del candidato en Netflix, misma que debo decir deja mucho que desear, pudiendo haber sido una serie mucho mejor narrada, se desaprovechó una gran oportunidad, no se comprende el papel que le dan a Diana Laura como investigadora del caso, además la muestran irónica y sarcástica cuando nunca lo fue, también el papel de Don Luis Colosio, lo ponen injustamente como un hombre ingenuo, siendo que fue el padre de Donaldo quien más cuestionó las investigaciones y quien más se inconformó con las deficiencias del caso, él jamás estuvo de acuerdo con la versión final.
Siento que la serie no está a la altura del personaje, se pudieron haber aprovechado mejores acontecimientos que dejaron de lado, como por ejemplo el clima de enrarecimiento que había en la campaña, los roces que tenía el candidato con el Estado Mayor y las versiones de sus más allegados quienes aseguran que altos mandos le pedían su renuncia.
Recuerdo que cuando escribí mi libro El Enigma de Colosio , fui a Lomas Taurinas para conocer el lugar del crimen y entrevistar a los vecinos que estuvieron el día del mitin, todavía se sentía un ambiente de miedo, algunas personas me cerraron la puerta, otras me decían que no sabían nada, sólo una vecina me platicó que ese día tenían tanto miedo por lo ocurrido que hasta creyó que iban a matar a todos. Después me dirigí al hospital donde llevaron al candidato y logré entrevistar al Doctor Varela, quien fue el neurocirujano que le tocó operar el cerebro de Colosio, mi primer pregunta fue si el candidato había llegado sin vida, pero me dijo que llegó con vida pero con muerte cerebral, le pregunté sobre la operación del abdomen (para saber si era diferente el orificio que hizo la bala) y me contestó que su especialidad era el cerebro no el vientre, le pregunté si alguna autoridad lo presionó en algún momento y me dijo que no recibió ninguna presión de nadie.
En este cuarto de siglo transcurrido, como mexicano sólo quiero pedir un deseo: Señor Presidente de la República cumpla su palabra de investigar si realmente se trató de un Crimen de Estado como usted lo señaló.