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Donald Trump solo ha logrado construir algunos tramos de muro en la frontera y ahora pretende que todo México se convierta en una barrera que contenga a la migración. Con la amenaza de imponer aranceles nos puso frente a las cuerdas: “Si no detienen a los migrantes, les arruino su economía”.
“Oscuro favor” llamó el diputado Porfirio Muñoz Ledo a esta tarea que le han impuesto a nuestro país. Más allá de los cuestionamientos éticos y políticos, todo indica que México no está listo para este fin. El despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur se da en medio de una crisis de inseguridad creciente. Muchos estados reclaman la presencia de fuerzas federales para combatir al crimen. La nueva corporación no ha podido atenderlos y ya tiene esta nueva encomienda.
Frenar la migración es imposible. En todo caso, puede disminuirse. Ahí está lo logrado con el acuerdo entre europeos y turcos. Firmado en marzo de 2016 con el objetivo de repatriar a Turquía a las personas refugiadas y migrantes que llegaran a las islas griegas, este acuerdo redujo la cifra de migrantes en Europa de 1 millón 200 mil a 600 mil. A cambio, la Unión Europea activó el procedimiento de acogida de sirios más ambicioso. Pero no fue lo único que los turcos obtuvieron a cambio, les entregaron también 3 mil millones de euros para atender a los migrantes.
Mantener a miles de personas que llegan de golpe a un lugar requiere dinero entre otros recursos. Los alcaldes de las ciudades fronterizas de México lo saben. En Ciudad Juárez, por ejemplo, son ocho mil los que esperan una respuesta a su solicitud de asilo. Solo de enero a la fecha, 4 mil 600 fueron devueltos por autoridades estadounidenses desde El Paso. Hay entre ellos guatemaltecos y hondureños, pero más de la mitad son cubanos. Tienen programadas sus citas para gestionar el asilo o ingreso hasta julio de 2020. ¿Cuánto cuesta hospedar, vestir y alimentar a estas personas? ¿Qué pasa si enferman?
Nos convirtamos o no en “tercer país seguro”, nuestra frontera ya tiene esa problemática que cada día crece y los apoyos federales no llegan ni serán suficientes. Para colmo, muchos de los migrantes en esas ciudades eran atendidos por instituciones de la sociedad civil que han dejado de recibir recursos de la Federación o los estados. El fenómeno seguirá creciendo. La estrategia para atenderlo debe ser efectiva. Hay que destinarle mucho dinero, aunque este no se traduzca, como el de muchos otros programas, en votos.
HUERFANITO. Tonatiuh Guillén conoce el fenómeno migratorio como pocos funcionarios y profesionistas. Ha estudiado y vivido la realidad de la frontera desde hace años. Es lamentable que, por razones que aún no son claras, haya dejado la titularidad del Instituto Nacional de Migración.
@PaolaRojas