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La selección alemana terminó el domingo pasado la ronda clasificatoria al Mundial con una campaña nada menos que espectacular: 100% de puntos, logrando 43 goles y concediendo sólo cuatro.
El equipo está invicto en 19 partidos, y ha logrado una envidiable capacidad de meter y sacar jugadores sin afectar el juego o los resultados: 37 jugadores pasaron por la escuadra titular en cada uno de los 10 partidos de esta etapa. Si a todo esto le sumamos los títulos en la Copa Confederaciones (con equipo “B”) y la Eurocopa Sub-21, nos damos cuenta de que Alemania será la selección a temer en Rusia.
Joachim Löw, el hombre de los pantalones negros (lo viste la marca alemana Hugo Boss), ha logrado partido tras partido que la selección de su país no dependa de ninguna súper estrella (porque no las tiene) sino de jugadores que entran y saben exactamente lo que tienen que hacer y juegan para el equipo, sin egos ni individualismos. Lo que hace fuerte y temible a los teutones no son los jugadores en sí, sino el trabajo de equipo.
En una conferencia de prensa reciente, Löw destacó que la razón principal del éxito es que los jugadores elegidos están todos jugando constantemente en sus respectivos equipos. La competencia ayuda. Sin lugar a dudas.
Pero, ¿cómo llegó Alemania a este envidiable nivel? Después de los fracasos a fines de los 90 y principios del nuevo siglo, la Federación Alemana lanzó un programa de desarrollo a nivel juvenil en el 2003 con la visión estratégica de elevar los estándares profesionales en todos los ámbitos y lograr una uniformidad en todas las federaciones regionales del país.
Las Academias deben cumplir con los rigurosos estándares establecidos, y a todas se las revisa y se les hace una auditoría con agentes externos.
Por ejemplo, en la temporada 2015-2016, los clubes alemanes invirtieron 170 millones de dólares en los programas de desarrollo juvenil. En el mundo del futbol nada se logra de casualidad (a menos que tengas un “Messi” en tu equipo), y los resultados de los últimos 15 años demuestran que cuando se trabaja a largo plazo y con planeación siempre se logran resultados.
futbol@eluniversal.com.mx