Raúl Calvillo Villalobos

En nuestro país existen diversas fuentes de información que hacen referencia a los homicidios dolosos que se registran a lo largo y ancho del territorio.

Esta información es utilizada por gobierno, sociedad civil organizada y público en general. De entre las organizaciones de la sociedad civil que utilizan dichos datos, se encuentran los observatorios ciudadanos, que mes con mes publicamos información de incidencia delictiva con el propósito de seguir el comportamiento de diversos delitos, en este caso, el homicidio doloso en México.

De manera oficial, sistemática y con periodicidad mensual, solo el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) emite los datos de incidencia delictiva de las fiscalías de los estados de toda la república mexicana.

A pesar de que esta publicación de datos mensual sea un insumo muy importante para conocer el comportamiento de diversos delitos y su registro en el tiempo, las bases de datos son insuficientes para conocer la totalidad del comportamiento del delito.

Acorde al Índice de Datos sobre Homicidios 2018, elaborado por el Institute For Economics & Peace, “en el caso de México, los conjuntos de datos sobre homicidios no cumplen con los estándares internacionales establecidos en el Protocolo de Bogotá” (1). A pesar de tener información pública, sistemática y mensual referente al tema de homicidios dolosos en México, ¿por qué no conocemos el comportamiento de este delito en particular? y ¿la razón por la que se ha incrementado en los últimos años?

Esto nos hace reflexionar sobre qué tanto conocemos este delito. Podemos tener las cifras, conocer la incidencia delictiva en comparativos mensuales, trimestrales o anuales, contar con datos preliminares que nos indiquen el género de las víctimas y el tipo de arma utilizada, pero ¿qué características hay detrás del delito que nos ayuden a comprender su comportamiento en determinada región?

Sin duda alguna, los comparativos en periodos de tiempo iguales respecto a la cantidad de delitos registrados son información primaria para poder entender la incidencia delictiva en una región, pero si no pasamos de la cantidad a la calidad de las cifras, difícilmente podremos comprender a detalle la incidencia delictiva. De esta manera los gobiernos podrán mejorar las estrategias del combate a la delincuencia y las personas podrán utilizar estos datos para prevenir situaciones que pongan en riesgo o vulneren su seguridad personal o de grupo.

Un área de oportunidad para contar con datos de mayor calidad, es el registro de homicidios dolosos emanados del SESNSP. Esta base de datos se alimenta de información proveniente de las fiscalías de los Estados de la república mexicana, actualmente proporciona información de carpetas de investigación a nivel estatal y municipal; y de víctimas a nivel estatal, para 12 delitos, entre los que se encuentra el homicidio doloso. Por lo tanto, desagregar la base de víctimas a nivel municipal representaría una mejora en los datos proporcionados por el Secretariado.

En la medida en que se conozca de manera oficial el número de víctimas en los municipios, las autoridades, en conjunto con la sociedad civil organizada, podrán elaborar mejores políticas de prevención desde una perspectiva regional.

¿Por qué es importante la información sobre víctimas de homicidio?

El Protocolo de Bogotá sobre la calidad de los datos de homicidio en América latina y el Caribe (2), elaborado en el 2015 en Bogotá, Colombia, es una propuesta realizada por más de 90 personas provenientes de 12 países, en donde se acordó que la unidad de registro de homicidio debe ser la víctima (la cual como comentamos en el párrafo anterior no aparece segregada a nivel municipal en México); otro aspecto importante es que se definió la cantidad de información mínima que debe ser registrada, de la cual tan solo de la víctima existen 9 características que deberían contener las bases de datos, del hecho 9 características y del presunto victimario 5 características. También establece el porcentaje de datos perdidos y casos indeterminados, que en sus distintos rubros debe ser menor del 10%.

A la luz del Protocolo de Bogotá, nos falta generar e incluir una gran cantidad de información en los datos públicos referentes a los homicidios dolosos, que ayude a comprender este fenómeno para poder establecer las políticas públicas necesarias para disminuir este delito en nuestro país.

(1) Índice de Datos sobre Homicidios 2018, elaborado por Institute For Economics & Peace Disponible en http://economicsandpeace.org/wp-content/uploads/2018/08/Indice-de-Datos-sobre-Homicidios-2018.pdf

Director Observatorio Ciudadano Irapuato, ¿Cómo vamos?
@comovamosirap @ObsNalCiudadano

(2) Protocolo de Bogotá sobre calidad de los datos de homicidio en América Latina y el Caribe, elaborado por Open Society Foundations. Disponible en https://www.ccb.org.co/content/download/13428/171969/version/1/file/Protocolo+de+Bogot%C3%A1+sobre+calidad+de+los+datos+de+homicidios+en+Am%C3%A9rica+Latina+y+El+Caribe.pdf

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