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Estratégico, como es, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se plantó frente a los representantes de la Cámara Americana de Comercio (AmCham) para hablarles del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “No es posible que un trabajador en México gane 10 veces menos que lo que gana uno en Estados Unidos y Canadá. Sé que Donald Trump está luchando por mejorar los salarios, en eso coincidimos”, dijo el entonces candidato a la Presidencia aquella mañana del 9 de abril ante decenas de directivos y empresarios de compañías estadounidenses.
Cuatro días antes, Donald Trump había revivido la idea de incorporar el tema salarial a la negociación del TLCAN. Según los medios estadounidenses, su representante comercial, Robert Lighthizer, pidió a México aumentar el salario de los trabajadores a un promedio de 15 dólares la hora para poder avanzar en el capítulo automotriz, uno de los más espinosos y que, junto con el de terminar el acuerdo cada cinco años (cláusula sunset), había estancado las negociaciones.
En aquel entonces, y desde muchos meses atrás, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, rechazó la propuesta de Estados Unidos simplemente por considerarla inviable. “Es un asunto que debe decidir nuestro país, en solitario, pues requiere del consenso del gobierno, los sectores empresariales y la sociedad civil”, argumentó.
Pero el guiño de AMLO a Trump estaba dado.
Así empezó la luna de miel entre Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump, la cual, tras la elección del 1 de julio, se profundizó: “Felicidades al nuevo presidente de México. Tengo muchas ganas de trabajar con él. ¡Hay mucho que hacer que beneficie tanto a los Estados Unidos como a México!”, publicó Trump en su cuenta de Twitter.
En una conversación telefónica que tuvieron el día siguiente, los elogios subieron de nivel: “Hace algunos años, cuando lo vi haciendo campaña, dije que él sería presidente de México. Recordé eso y resultó ser correcto“. En dicha conversación también hablaron sobre la seguridad fronteriza y el TLCAN, principalmente de la posibilidad de tener un acuerdo comercial bilateral entre México y Estados Unidos, según reveló Trump a los medios.
La sorpresiva buena relación entre Trump y el virtual presidente electo quedó confirmada tras la insólita visita “de cortesía” que realizó una comitiva de altos funcionarios del gobierno estadounidense a México el pasado 13 de julio, la cual fue encabezada por el secretario de Estado, Mike Pompeo, e incluyó al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y el yerno de Trump y consejero de la Casa Blanca, Jared Kushner.
Posterior a la visita, AMLO envió una carta a Trump refrendando su propuesta de iniciar una nueva etapa en la relación entre ambos países. La respuesta del presidente de Estados Unidos llegó días después, con una sola petición en torno al TLCAN: “Una renegociación exitosa del TLCAN nos guiará a más empleos y mejor pagados […] pero sólo si lo podemos hacer rápido, pues de otra manera tendría que elegir otro camino muy distinto al presente, con medidas que beneficien a Estados Unidos”.
El guiño que AMLO lanzó el 9 de abril fue respondido por Trump. El compromiso del gobierno mexicano de impulsar los salarios de los trabajadores mexicanos en la industria automotriz estará contemplado en el nuevo acuerdo, pese a que había sido negado una y otra vez por los negociadores encabezados por Ildefonso Guajardo.
La propuesta de Estados Unidos es que el componente de contenido regional de un automóvil sea de 35% a 40% y que se fabrique en una zona de altos salarios, es decir donde se paguen 15 dólares promedio por hora. Actualmente se pagan un promedio de 2.6 dólares por hora a los trabajadores mexicanos, según la Industria Nacional de Autopartes.
Guajardo reconoció hace unos días que se le dio entrada a la propuesta de aumentar el contenido nacional y salarial, pero no detalló los porcentajes que México puso sobre la mesa.
Los guiños entre AMLO y Trump surtieron efecto y podrían culminar en un acuerdo comercial México-Estados Unidos más pronto de lo esperado hace unas semanas. Las condiciones, sin embargo, podrían no ser favorables. Primero, se estaría contraviniendo la esencia trilateral del tratado; y segundo, ceder al incremento salarial de los trabajadores del sector automotriz requerirá, inexorablemente, subsidios del gobierno federal y un gran apoyo de la industria, que es la principal generadora de divisas para el país.
***Foto: AMLO y Trump concuerdan en buscar una renegociación exitosa del TLCAN.
Twitter: @MarioMal
Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com