Novak Djokovic
es actualmente el número uno del mundo y presidente de los jugadores ATP, o sea es el “líder del sindicato” y su voto pesa. Roger Federer y Rafael Nadal estuvieron al frente de los jugadores en su momento, pero ahora el hombre fuerte en todos los aspectos del tenis profesional es el serbio.
Ahora, ni Roger, ni Rafa están de acuerdo con las decisiones que se están tomando en el “sindicato”.
El tenis es un deporte muy individualista,
de competencia extrema. Aunque puede haber mucho compañerismo, mucha identificación y amistad entre los jugadores, a la hora de la hora al entrar a la cancha para obtener los puntos, los triunfos y los títulos todo cambia.
Asimismo, tras bambalinas, se manejan grillas internas y, entre tantas, Djokovic como presidente de los jugadores decidió no renovarle el contrato a Chris Kermode, quien es el presidente ejecutivo de la organización ATP, y siempre fue apoyado por Federer y Nadal. Djokovic le dio las gracias a Kermode y tendrá que terminar con su periodo en diciembre de este año y el nuevo Consejo de Jugadores traerá a un nuevo presidente ejecutivo, situación que tiene muy descontentos a Roger y a Rafa.
Aquí esta el problema; Roger es un líder, un hombre que tiene en su puño a todos y cada uno de los patrocinadores, a los dueños de los torneos ATP, a las televisoras y los medios de comunicaciones, como a todo el público. Es ya un promotor exitoso con la Laver Cup y quiere seguir en el candelero mundial muchos años mas. Novak Djokovic, por su lado, es muy inteligente, está altamente identificado y es muy popular con la gran mayoría de los jugadores profesionales. Es amigo y compañero, convive con los tenistas.
Es una guerra de egos entre Roger y Novak, en la cual Rafa entra al trío alineándose con Roger.
El momento es de Novak, él es quien toma las decisiones, quien tiene el respaldo de los jugadores y por ser un hombre inteligente no comenta intimidades de lo que discute con ellos.
La ATP, con Djokovic al frente, quiere que se distribuya mejor el dinero de los premios, quiere ayudar a que se expanda el tenis y no cerrar oportunidades.
Djokovic está de acuerdo en que se ha logrado mucho en los últimos años, pero él y su Consejo de jugadores consideran que se debe cuidar mas a los jóvenes que están llegando. Por su parte, Federer reconoce que el tenis está muy bien en este momento, que se llenan los estadios, que los torneos están bien organizados y clasificados.
Los Grand Slams, los Masters 1000, los ATP 500, los ATP 250 y la Copa Davis entran en una nueva etapa con más premios, mayor participación de países y mayor presencia de grandes corporaciones y medios de comunicación por lo que ayuda al apoyo y a la promoción para que el tenis tenga mayor presencia.
Esta disputa apenas comienza y están ganando Djokovic y su grupo.