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Parece como si al gremio de guionistas hollywoodenses se les hubiera secado el cerebro a la hora de inventar nuevas historias, con tramas más allá de los tres pesos. La tónica no sólo es de la muy de capa caída meca del cine sino en todo el mundo, con una que otra excepción. Por eso mucha gente se decepciona rápidamente con los “estrenos de temporada”. Veámos: Columbia Pictures y Amblin Entertainment lanza la misma gata, pero revolcada: Men in Black (ahora en versión internacional) con un elenco de hígados: Chris Hemsworth, Tessa y Emma Thompson y hasta dándole asilo al más rechazado héroe de acción: Liam Nesson. La confabulación es sobre la protección contra la escoria del universo en esta comedia de acción de cómic enloquecido marca Lowell y Cunningham. La pregunta es: ¿Y quién protegerá a los humanos de los de negro?
Por su parte la Legenday Pictures, Warner y Wanda Quingdao Studios, revive al primer azote de Tokio y luego del mundo: Godzilla, para justificarlo con una turba de criptozoólogos, mientras la mole nipona va contra primos y familiares cercanos: Mothra, Rodan, King Ghidora, que deberían estar en el asilo Mundet, versión monstruos veteranos danzando en medio de una torpeza descomunal. ¿Qué ya no hay respeto, ni para “El Rey de los monstruos?
Los hermanos tóxicos Duffer, Matt y Ross, siguen dándole gracias a Dios por contar con su bendición para que, con todo lo que se han robado de otras series fantásticas exitosas, sigan cobrando por mentiras y patrañas. El mes que entra llegará a las pantallas de Netflix esta nueva afrenta engaña bobos que no saben qué es La dimensión desconocida, Rumbo a lo desconocido, Los expedientes secretos X y otras similares y de culto. La maldición de los nuevos niños actores de la serie se sigue padeciendo como si fuera cáncer de nueva generación, sin cura aparente para millennials, fifís y hasta chairos.
Ya están disponibles los episodios de la serie Designated survivor (tercera temporada), con los problemas maternales que aquejan al presidente de EU: Tom Kirkman. Cada nuevo episodio es de lo más anodino en esta mezcla de thriller suave, comedia romántica, drama y un presidente debilucho.
No van ni dos semanas del estreno de HBO: Chernobyl, y ya pinta para ser la serie del año, mientras las grandes decepciones de Netflix (Tijuana), que parecen Ingobernable, piden urgentemente la ayuda del Detective Pikachu y las pistolas de John Wick, mientras se acerca otra amenaza: Tolkien, biopic inspirado en el escritor J.R.R. Tolkien, autor de El Señor de los Anillos y El Hobbit. Historias e histerias magníficamente fotografiadas, pero sin sustancia. Pueden significar para su intérprete, Nicholas Hoult, su muerte prematura en las pantallas grandes.
Atención fanáticos de Adolf Hitler y del Bigfoot. Hay una nueva película que va a atraer multitudes de freaks: El hombre que mató a Hitler y después a Bigfoot, un film (que parece que les gustó a los exquisitos Alejandro Pelayo, Nelson Carro y Carlos Bonfil) con Sam Elliot, Larry Miller y Ron Livingston, sobre un veterano de guerra que, se sabe, mató a Fuhrer y que es reclutado para acabar con la mítica criatura, que vive en los bosques canadienses.
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