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En una cartelera cinematográfica tan anodina y predecible como la nuestra, dedicada al blockbuster en turno, a las comedias marca Disney y a películas que se vuelven olvidables al salir de la sala donde el verdadero negocio es el combo de comida chatarra, es un alivio contar con algunas películas que, por increíble que parezca, no tuvieron o no tendrán pantalla grande, salvo casos aislados.
De esto ya se han dado cuenta, y lo han capitalizado a su favor, los que semana a semana ofrecen la alternativa de ver cine latinoamericano y español, con selectas películas argentinas —en este momento se espera La república (sobre una cumbre de presidentes) con ese cheque al portador que es el actor Ricardo Darín, que se ha vuelto un personaje de culto para un sector de mexicanos que adoran sus películas— chilenas, uruguayas y las que parecen cintas clandestinas de México, a las que nuestros distribuidores “no les ven posibilidades”, ni en DVD.
De Chile ya está disponible uno de los últimos estertores de la dictadura de Pinochet: Carne de perro, un filme de Fernando Guzzoni, sobre un hombre de 50 años al que le pasa factura un pasado que lo condena: fue un torturador al servicio de la dictadura y está tratando de darle un nuevo sentido a su existencia en un callejón sin salida. La cinta que llega a aturdir por su sordidez es un retrato crudo e intenso de una encrucijada existencial.
De Uruguay llega como ni mandada hacer con las próximas elecciones mexicanas de 2018 en puerta El candidato (2016), que tuvo 16 nominaciones a los premios Goya y que se paseó en el Festival de Cine de Tribeca. Trata sobre un tipo (Martin Merchand) que por su resonancia en las redes sociales, una estructura tradicional de poder, le propone que se lance a la candidatura política. Su imagen quedará definida. Sin embargo, hay un infiltrado que meterá cizaña, que se mueve entre el thriller político, la comedia negra y la farsa canija de cómo se construye una imagen en torno a un candidato presidencial, algo que aquí conocemos bien.
De España y con cuatro años de retraso llega un thriller de suspenso y secuestros protagonizado por Ricardo Darín y Belén Rueda con dirección de Patxi Amezcua; cuenta la historia de una especie de competencia entre padre e hijos en un séptimo piso que tratan de alcanzar la calle en elevador y escaleras. Lo que a continuación pasa reposa entre la angustia, la confusión, la pesadilla y la sorpresa, aparte del temor del espectador, si se involucra lo suficiente.
Con tantos asesinatos cometidos a manera de venganza en el Estado de México por “vengadores anónimos” o “vigilantes”, ante la ineficacia y la indiferencia de nuestras autoridades y, ante la ausencia de justicia o por lo menos un castigo ejemplar, Diente por diente, de Miguel Bonilla pretende ser una de las contestaciones recurrentes. La cinta rodada hace seis años, y puesta en boga por el DVD, arranca con el relato de un escritor de nota roja al que se le meten a su casa. Un amigo le ofrece una pistola y esto lo lleva a accionarla. Varias muertes después, su fórmula de venganza le da reconocimiento como héroe, redactando luego sus peripecias como brazo ejecutor no autorizado de la ley. Estas películas son algunas, hay otras que nunca llegan a salir en DVD.
