NADA más comenzó 2018 y ya van tres que se han ido al cielo: el primero, Ray Thomas, flautista, y uno de los cantantes de los legendarios Moody Blues. En seguida firmó contrato para presentarse en las alturas celestiales la dama del pop francés y chica Yé-yé, France Gall y, el más reciente, que colgó la guitarra por culpa de una neumonía, para retomarla en el cielo del infierno, ha sido Eddie Clarke, miembro de los clásicos Motorhead (desde 1976 a 1982), con quienes grabó seis álbumes clave. La banda ya completa en otra dimensión, porque antes se fueron Lemmy Kilmister y Phil Philty Animal Taylor, anunciará próximamente una gira extraterrestre de reencuentro.

Lo que queda de la industria discográfica establecida trata de justificar un trabajo en donde de sobra se sabe que ya han sido rebasados por la piratería organizada. Billboard y otras ya no tan confiables publicaciones acerca de las ventas de discos físicos y descargas digitales, aun así saca una lista combinada incluyendo también el streaming con una curiosa metodología: 10 de las dos primeras suman la venta de un álbum y mil 500 pasadas de streaming, también. Sin embargo, para los compradores clásicos de vinilo y formatos físicos, tan sólo en EU, la lista de LP luce fantástica con dos joyas Beatles a la cabeza: Sgt Peppers (72 mil discos físicos vendidos) y Abbey Road 66 mil. Y todavía hay tontos que dicen que lo físico no vende.

En corto y en largo
En corto y en largo

MIENTRAS en Netflix se sigue exhibiendo el peor documental que se le ha hecho al Duke Blanco, se acaba de estrenar David Bowie: los últimos cinco años (que pasa por Movistar Xtra). Con un metraje profesional y entrevistas de verdadero sentido común, se desmonta parte de la carrera del genial músico que tomó sus providencias porque ya sabía que iba a morir. “Next day” y “Blackstar” sirven, a manera de soundtrack póstumo para ilustrar con conocimiento de causa la carrera de este gran artista, no como la porquería que exhibe Netflix por la cual los deberían demandar.

DESPUÉS de Los Ángeles Azules en el Coachella, ¿qué sigue… la onda grupera, la música de banda, el reggaetón?.. La ciudad de Indio California será testigo de la bomba venida de Iztapalapa en la segunda semana de abril, al lado de otras cosas inimaginables luego de la ausencia del rock. Beyoncé, Eminem y otros de esta calaña que ahora se dice alternativa, serán los protagonistas de este festival, para algunos, de la infamia y para otros (la división etílica) un motivo para echar desmadre.

pepenavar60 gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses