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El Copete de Hueso, Phill Collins, estará el 8 de marzo en el Palacio de los Deportes. Aunque el baterista de Génesis es de por si un consumado showman y valdrá la pena verlo, en este caso el abridor, The Pretenders, que nunca antes se ha visto a México, ampara más expectativas que el estelar por su larga trayectoria que ha sobrepasado las barreras del punk y la new wave para volverse una verdadera atracción por el halo de mujer maldita-bendita que carga su vocalista Chrissie Hynde.
Como si viniera al caso, la editorial Española Malpaso, sacó a fines del año pasado la muy recomendable biografía de la Hynde (A todo riesgo) que con los Pretenders, de la que ella es el único miembro original, ha vendido moderadamente unos 25 millones de discos y ostenta sendos discos de Oro y Platino por temas como “Brass in pocket”, “Back on the chain gang”, “I’ll stand by you” y “Don’t ge me wrong”.
Teniendo como telón de fondo sonoro la cultura de las drogas, sus primeros pasos en el rock, el torbellino de las giras sin fin, y la vida intensa que proporciona el rock-bizz, esta amazona saca también los trapos sucios de sus matrimonios y los saltos mortales en su cama con personajes míticos del rock como Ray Davies, el líder de los todavía en activo Kinks, o Jim Kerr, el vocalista de UB40. Chrissie parece que no tiene problema en decir las cosas por su nombre (violación, abuso sexual…) en una de las biografías más honestas, reveladoras y explosivas de las que ha publicado Malpaso como lo es este recuento de memorias.
Cuando muchos de los fans de los Doors, tras 50 años de la explotación comercial de su catálogo conocido pensaban que ya no había nada nuevo, ¡oh sorpresa!, el comando Indiana Jones ha descubierto no uno, sino varios templos perdidos con material inédito de los angelinos. La fracción mexicana de ese colectivo por lo pronto ya ha puesto a circular una rara edición cuadrafónica de The best, que agrupa los 22 sencillos del grupo donde muchos piensan que Jim Morrison todavía se está haciendo el muerto. Muchos de los singles y dos “nuevos” álbumes, están ahora disponibles en versiones monoaurales, defendidos a capa y espada en ese formato por el ingeniero Bruce Botnik.
Todo tiene su precio, y el de la legendaria revista Rolling Stone, justo al término de los 50 años de la euforia jipi, ya se dio a conocer para la puja de su venta que, la verdad, no ha sido mucha. El 51% de la revista de Jan Wenner ahora pertenece a Prenske Media luego de una transacción en euros que llega a los 80 millones. Rolling Stone se suma ahora a publicaciones más acordes con el cine que con la música como Variety o la rara Indie Wire. El diagnóstico de la venta medicamente obedece a una asfixia por deudas. No se sabe del futuro de la edición mexicana manejada por Benjamín Sacedo y Alex Carranco.
Por si fuera todo, el imperio de Wenner no ha quedado muy bien parado que digamos, luego de la publicación de Sticky Fingers: the life and the times of Rolling Stone Magazine, una peligrosa autobiografía, donde un tal Joe Hagan, contratado por Wenner, metió las narices donde no debía, sacando cosas a balcón que ni al caso. Sin embargo lo ya publicado tiende a desencantar a muchos de los millones de fans de la revista, que van a leer su lado B. Ni hablar, así es la vida.