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En la Ciudad de México cada día aumenta de forma alarmante el número de personas afectadas con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Antes se pensaba que ésta se asociaba directamente con el tabaquismo, como sucede en muchos casos, pero ahora está demostrado que el padecimiento ocurre también en personas no fumadoras.
Aunque puede presentase en jóvenes, la mayoría de los casos se trata de personas mayores, quienes, con todavía muchos años por delante, se enfrentan al problema de haberse convertido en oxígeno-dependientes. Estas personas se ven obligadas a llevar consigo y mantener en casa tanques de oxígeno que rellenan constantemente.
Los asegurados del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) cuentan con la prestación de suministro constante de oxígeno por medio de tanques de alta capacidad. Recientemente, la dependencia estableció convenios con compañías suministradoras de gases medicinales para proporcionar a las personas afectadas por EPOC aparatos “concentradores de oxígeno”; es decir, equipos con compresores de alta capacidad que concentran la cantidad de oxígeno en el aire de salida.
El IMSS lo ofrece como una prestación interesante y conveniente para los enfermos, pero no necesariamente es el caso, dada la externalidad negativa que se genera por la grave afectación económica que implica para los asegurados.
Se trata de adultos mayores que sufren el problema de las exiguas y cada vez menores pensiones de la seguridad social. Personas que ,independientemente de su esfuerzo y trabajo de toda una vida pagando impuestos, se enfrentan a la injusta realidad de que la pensión no les alcanza ni para lo más elemental. Ancianos, parejas o personas que han perdido a su cónyuge, viven solas y que tienen que lidiar con la enfermedad de EPOC. Ahora, dado el cambio de criterios del IMSS respecto al suministro de oxígeno, además de todos sus achaques, no les alcanza ni para pagar la luz.
La razón de esta crisis está en el alto diferencial de pago entre una tarifa eléctrica subsidiada y la que se conoce como Doméstica de Alto Consumo (DAC), con cero subsidio. Resulta que, en la mayoría de los casos, las parejas de adultos mayores con algún problema de EPOC se clasificaban en la Tarifa 1 (T1) de la CFE, con un costo entre $0.79 y $0.95 por kWh para consumos bimestrales entre 75 y 140 kWh.
Debido al alto consumo de electricidad de los aparatos, cuando el IMSS adoptó la decisión de entregar equipos concentradores de oxígeno, los consumos se dispararon de menos de 100 a más de 500 kWh por bimestre y, automáticamente. pasaron de la T1 subsidiada a la DAC sin subsidio, con un costo de $5.46 por kWh, casi siete veces mayor a la T1.
Estas personas que pagaban alrededor de 200 pesos de luz al bimestre, ahora se ven obligadas a pagar entre 2 mil y 3 mil pesos; es decir, hasta quince veces más de lo que pagaban originalmente, lo cual es francamente injusto.
Proponemos que se establezca un convenio entre el IMSS y la CFE para que a las personas con EPOC y concentradores de oxígeno en casa, proporcionados por el instituto, se les considere el consumo promedio bimestral del aparato en tarifa subsidiada T1 y de esta forma apoyar a las personas que sufren esa enfermedad.