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Terminé mi bachillerato en la Prepa No. 9 de la UNAM en 1968 y con el Movimiento Estudiantil me tocó ver la impresionante imagen de la presencia del Ejército en las calles en varios puntos de la Ciudad de México. Lo más impactante para mí fue el cerco en Ciudad Universitaria.
La semana pasada, cuando se inauguró la presencia de la Guardia Nacional en Iztapalapa, me pareció una regresión de 50 años. Es la misma fotografía de entonces y creo que en lugar de dar tranquilidad, más bien infunde temor.
¿Es necesaria la presencia de carros acorazados del Ejército y elementos armados con rifles de asalto de alto poder? Me parece un error y la presencia militar que supongo pretende ser solo disuasiva frente a los delincuentes, es una función que perfectamente puede cubrir la Policía de Seguridad Ciudadana.
Se ha suscitado todo un debate sobre la Guardia, su actuación y los problemas que se han presentado con la incorporación de los elementos de la Policía Federal. Como miembro del Gabinete del presidente Calderón, me tocó el lanzamiento de la nueva Policía Federal; considero que se hizo un esfuerzo muy profesional y que se mejoró en todos los aspectos la actuación de este cuerpo policíaco. Desde mi punto de vista, en la creación de la Guardia, lo correcto hubiera sido mantener la estructura y el personal de la Policía Federal, cambiar el nombre, uniforme y hacer las adecuaciones pertinentes de acuerdo a la reforma constitucional.
Los elementos de la Marina y del Ejército se irían sumando gradualmente. La decisión del Congreso y del Ejecutivo fue al revés, de ahí las consecuencias que estamos viendo en estos días.
En el Plan de Gobierno de Claudia Sheinbaum, específicamente en el rubro de Seguridad Ciudadana, me parece un acierto la nueva estrategia del Programa de Cuadrantes para el combate a la delincuencia. La Ciudad se dividió en cinco zonas, 14 regiones, 73 sectores y 847 cuadrantes.
Cada cuadrante tiene un coordinador y, en promedio, cinco policías que cubren en turnos las 24 horas del día. Una de sus responsabilidades es conocer la incidencia delictiva de su cuadrante e informarlo al Centro de Comando y Control (C2) que le corresponda. Los C2 son los encargados regionales del monitoreo de las cámaras de videovigilancia. Cualquier ciudadano puede localizar su cuadrante por internet y conocer los nombres de los policías adscritos.
La Ciudad de México cuenta con varios cuerpos policíacos que en su conjunto superan en número a los que tendrá la Guardia a nivel nacional. Lo que se requiere es un correcto manejo de la información que se genere desde los C2; coordinación y labores de inteligencia para ubicar a las organizaciones delictivas con presencia en la Ciudad. También mejorar los sueldos, capacitación y condiciones laborales de los policías. Dignificar su trabajo.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana debe actuar preventivamente en función de la información que se va analizando, la Guardia debe actuar sólo en casos específicos de cárteles y organizaciones muy peligrosas a nivel nacional. Para los delitos que más nos están afectando, como el robo a transeúntes, en transporte, secuestro, robo, entre otros, la Policía de Seguridad Ciudadana puede y debe enfrentar estos problemas.