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Como aspirante a la Jefatura de Gobierno por Acción Nacional propongo una plataforma con visión metropolitana y proyección al 2050. A través del movimiento Ciudad Posible en los últimos cinco años, hemos profundizado en la grave problemática de la Ciudad en inseguridad, violencia, movilidad, agua, saneamiento, calidad del aire, desarrollo urbano, rescate de áreas ecológicas y varios temas más que requieren necesariamente atención con estos criterios.
En los gobiernos consecutivos de los últimos 20 años, la aplicación de las políticas públicas ha sido coyuntural, de atención a “bomberazos” y siempre sin ir al fondo en la solución de los problemas. Las administraciones, tanto a nivel central como en la mayoría de las delegaciones, se han concentrado en políticas clientelares, demagógicas y muy corruptas, privilegiando sólo a ciertos grupos de apoyo sin la promoción de una verdadera participación ciudadana.
El partido Morena busca desmarcarse del PRD cuando son los mismos actores, representan lo mismo y la mayoría de sus miembros han ocupado cargos importantes sin realizar las acciones urgentes que requiere la Ciudad. López Obrador fue Jefe de Gobierno y dirigente nacional del PRD, ¿qué diferencia tiene ahora que es el dueño y señor de Morena?
La crisis que se avecina respecto al abastecimiento de agua potable, el colapso en la movilidad, el desastre del crecimiento urbano y el imperio de la criminalidad y la violencia en la capital, obligan a un cambio radical e inmediato de gobierno y de las políticas públicas. Propongo una visión metropolitana porque la CDMX no se puede circunscribir únicamente a su territorio, sino que debe contemplar a la zona metropolitana con sus 20 millones de habitantes.
Un buen ejemplo que quiero tratar hoy respecto a esta visión metropolitana es el servicio del Metro. La palabra significa precisamente metropolitano; sin embargo, nunca se contempló así. Con excepción de las líneas A y B, el resto del servicio termina en los límites con el Estado de México. Por otra parte, las administraciones del PRD desde Cuauhtémoc Cárdenas hasta la actual de Mancera, abandonaron el Plan Maestro del Metro, frenando su crecimiento a tal grado que hoy, debiendo existir 22 líneas entre Metro y Tren Ligero, sólo contamos con 12.
En las cuatro últimas administraciones sólo se ha construido una línea del Metro con las terribles deficiencias y corrupción que conocemos. Se optó por líneas de Metrobús, que siendo una buena opción para resolver necesidades de alimentación y de corto alcance, nunca será un sistema suficiente ante la tremenda demanda de 22 millones de viajes persona–día en la ciudad y que sólo puede cubrirse con transporte público de mayor capacidad como es el Metro.
Propongo en mi plataforma retomar el Plan Maestro del Metro en su diseño original con las adecuaciones oportunas para crear una red troncal metropolitana. La única solución que puede desincentivar el uso de auto particular, mejorar la movilidad, reducir los índices tan elevados de contaminación y la inseguridad que sufren millones de usuarios diariamente, es un transporte público digno, eficaz y de alta capacidad como es el Metro.
He denunciado en este espacio el abandono del mantenimiento e inversiones en el Metro por parte de los gobiernos del PRD desde López Obrador, quien ordenó desviar recursos del Metro para aplicarlos en sus programas clientelares y en el proyecto de los segundos pisos, mismo que propició el aumento de autos particulares en circulación. El actual director del Metro declaró la semana pasada que él renunciaría cuando Mancera lo haga para buscar la candidatura presidencial. Pero en esa misma entrevista, reconoció lo que hemos venido denunciando en este espacio: que 105 trenes están fuera de operación por falta de mantenimiento, lo cual representa 30% del total de trenes del Metro; además, que las subestaciones eléctricas de las líneas 1, 2 y 3, con 50 años de servicio, están en muy mal estado; declaró una lista interminable de problemas que requieren de manera urgente por lo menos 33 mil millones adicionales al presupuesto anual para atender estas emergencias.
Estas declaraciones revelan omisiones criminales que obligarían a enjuiciar juntos a directores del Metro y a los últimos jefes de Gobierno; resultan inadmisibles las excusas, porque han puesto en grave riesgo a millones de usuarios y han llevado a una situación de colapso al principal sistema de transporte de pasajeros de la Ciudad.
Quiero ser Jefe de Gobierno precisamente para cambiar radicalmente esta triste realidad, para aplicar correctamente los recursos, lograr los esquemas de financiamiento para crecer el servicio del Metro aceleradamente, erradicar la corrupción y las malas prácticas que han imperado en las últimas administraciones. Yo sí tengo voluntad política y ningún otro interés más que mejorar la calidad de vida de todos los que aquí vivimos.
