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Gennady Golovkin puede sentirse orgulloso de su equipo de trabajo y de sí mismo, claro está.
La manera en la que manejaron la crisis que provocó Saúl Canelo Álvarez y el resultado positivo en una prueba antidopaje por clembuterol, les dio un resultado que va mas allá de salvar una función, misma que estuvo condenada al bote de la basura desde el inicio del problema.
Si bien Golovkin jamás cesó en sus críticas y ataques al peleador jalisciense, tampoco lo hizo en las intenciones de pelear, pasara lo que pasara, fuera quien fuera su nuevo rival, y podemos decir que ya ganó.
Su primer triunfo en esta situación se lo llevó ante la Federación Internacional de Boxeo, al lograr que este organismo no lo obligara a pelear este 5 de mayo ante la feroz presión de un retador mandatorio por el título de los medianos y su afán de reclamar lo que consideró era su derecho absoluto.
La FIB nada tuvo que hacer, debido al apoyo del Consejo Mundial de Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo a Golovkin.
Su siguiente victoria la obtuvo de la nobleza de su público y el gozo que les da a sus seguidores el hecho de que lleve la función a California. Gennady peleará este 5 de mayo en el StubHub Arena de Carson, escenario que conoce a la perfección, en el que además ha conseguido triunfos.
El boxeador kazajo vendió inmediatamente poco más de 4 mil localidades, 50 por ciento del foro tan sólo en el momento que anunció por redes sociales el cartel de la pelea, ante un rival muy ad-hoc: Vanes Martirosyan, ante quien expondrá los cetros del CMB y AMB, en el afán de un nuevo récord, con 20 defensas, algo jamás hecho por otro campeón mundial.
Con todo ello, ganó también con la gratitud de aquellos boxeadores “teloneros” que ya se habían resignado a renunciar a un “pedazo de fama” y gratificación económica por la cancelación de la función en Las Vegas. En estos tiempos difíciles ¿a quién no le cae bien un dinerito bien ganado en el cuadrilátero?
Así las cosas, Canelo, así como nosotros, tendrá la oportunidad de especular el cómo se hubiera presentado Gennady Golovkin ante un Saúl Álvarez ansioso por llevarlo a la lona por primera ocasión en su carrera, directo, sin pago por evento, más accesible que nunca a los fans y sin tantas conjeturas.
