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De un jugador de la talla de LeBron James es muy difícil dejar de hablar y más cuando se está en la fase de semifinales del mejor basquetbol del planeta, la NBA.
Los Cavaliers de Cleveland, de la mano de LeBron, han avanzado satisfactoriamente en sus aspiraciones por llegar a la final del presente campeonato, pero para eso falta mucho aún.
Lo que es un hecho es que estamos ante la presencia del “otro LeBron”, quien por primera ocasión en su trayectoria llega a la fase de semifinales de conferencia tras haber decidido la serie en siete juegos, además de enfrentar a su siguiente rival en campo ajeno. Sin embargo, y a pesar del severo desgaste físico y mental, sigue acumulando récords y marcas personales.
No me cabe la menor duda de que es un jugador histórico que sigue enriqueciendo su historia con esa patológica y egocéntrica obsesión de superar a Michael Jordan y Kobe Bryant.
Reconozco que James, independientemente de su trayectoria, jamás ha sido de mi agrado y esto me viene desde su etapa colegial en St. Vincent-St. Mary High School, en la que jugó por cuatro años. Lo que reconozco es que ha sabido llevar su trayectoria de manera impecable.
Sabiendo de antemano que será agente libre al término de la presente temporada y que considera que a sus 33 años está en el inminente descenso de la curva, James me ha sorprendido por su faceta de inversionista en el mercado de valores.
Tras haber invertido alrededor de 5.5 millones de euros por el 2 por ciento de participación en el Liverpool F.C. de la Liga Premier inglesa en 2010, James ha visto cómo su inversión en el club inglés se ha disparado meteóricamente, incrementando de manera espectacular su patrimonio.
Los analistas en el mercado de valores señalan que en la víspera del enfrentamiento entre Liverpool F.C. y Real Madrid en la final de la Champions League, el valor del paquete accionario del basquetbolista estadounidense ha alcanzado un valor de poco más de 26 millones de euros.
Apple, Blaze Pizza y Beats Electronics forman parte de su portafolio de inversión.
Así las cosas, LeBron James no sólo está a la caza del cuarto anillo de campeón en la NBA, sino también en la víspera de ganar otro galardón más, la famosa Orejona este 26 de mayo en Kiev, Rusia.
deportes@eluniversal.com.mx
Los Cavaliers de Cleveland, de la mano de LeBron, han avanzado satisfactoriamente en sus aspiraciones por llegar a la final del presente campeonato, pero para eso falta mucho aún.
Lo que es un hecho es que estamos ante la presencia del “otro LeBron”, quien por primera ocasión en su trayectoria llega a la fase de semifinales de conferencia tras haber decidido la serie en siete juegos, además de enfrentar a su siguiente rival en campo ajeno. Sin embargo, y a pesar del severo desgaste físico y mental, sigue acumulando récords y marcas personales.
No me cabe la menor duda de que es un jugador histórico que sigue enriqueciendo su historia con esa patológica y egocéntrica obsesión de superar a Michael Jordan y Kobe Bryant.
Reconozco que James, independientemente de su trayectoria, jamás ha sido de mi agrado y esto me viene desde su etapa colegial en St. Vincent-St. Mary High School, en la que jugó por cuatro años. Lo que reconozco es que ha sabido llevar su trayectoria de manera impecable.
Sabiendo de antemano que será agente libre al término de la presente temporada y que considera que a sus 33 años está en el inminente descenso de la curva, James me ha sorprendido por su faceta de inversionista en el mercado de valores.
Tras haber invertido alrededor de 5.5 millones de euros por el 2 por ciento de participación en el Liverpool F.C. de la Liga Premier inglesa en 2010, James ha visto cómo su inversión en el club inglés se ha disparado meteóricamente, incrementando de manera espectacular su patrimonio.
Los analistas en el mercado de valores señalan que en la víspera del enfrentamiento entre Liverpool F.C. y Real Madrid en la final de la Champions League, el valor del paquete accionario del basquetbolista estadounidense ha alcanzado un valor de poco más de 26 millones de euros.
Apple, Blaze Pizza y Beats Electronics forman parte de su portafolio de inversión.
Así las cosas, LeBron James no sólo está a la caza del cuarto anillo de campeón en la NBA, sino también en la víspera de ganar otro galardón más, la famosa Orejona este 26 de mayo en Kiev, Rusia.
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