Cada cierre de torneo es una oportunidad para replantear la estrategia comercial de las instituciones deportivas. En algunos casos el haber ganado el título puede ser la cereza del pastel al pedir dinero y cotizarse un poco más, pero realmente lo que toma importancia es la medición y el valor agregado que pueden ofrecerle al anunciante.
Un ejemplo claro es el de Saúl Canelo Álvarez , un deportista que año con año ha ido aumentando su valor como deportista y también como ente comercial, todo esto sin importar si es un boxeador conservador, fajador, noqueador, espectacular, taquillero y todos los adjetivos calificativos que le quieran poner, lo que ofrece Saúl es constancia y exposición, el cómo gane títulos, ya es un valor agregado para el sports marketing.
Hace poco obtuvo 365 millones de dólares gracias al contrato con DAZN, empresa que usará al mexicano para vender peleas y suscripciones a su plataforma digital. Ese es el ADN del negocio. Si Canelo gana y se retira invicto en las diez peleas contratadas será un valor agregado. Incluso su imagen vendió boletos para la fiesta posterior a su pelea, que se realizó en la discoteca Kaos, de Las Vegas.
Saúl ya se puede dar el lujo en ser más selectivo a la hora de hablar sobre sus patrocinadores. Mantiene a la casa de bolsa Valué, pero en el calzoncillo sólo exhibe la marca Coger Dubios, empresa de relojes suizos de gran categoría con colecciones de Tamborino y Pirelli. Dicha marca tiene presencia mundial con boutiques en Asia, Norte América, Medio Oriente, Europa y más. Recuerdo cuando Saúl y yo fuimos a una firma de autógrafos a San Diego para la marca North Gate Marketing pagándole 15 mil dólares, hoy por esa cantidad no lo llevaría ni a tomar un café. ‘ Canelo’ apenas tenía 20 años en ese entonces.
Sin duda este es un caso de construcción de marca dentro y fuera de su actividad deportiva, porque además su valor como deportistas ha ido en aumento, dando el brinco cuando enfrentó a J ulio César Chávez Jr ., cobrando una bolsa de 20 millones de dólares, teniendo una gran diferencia con sus peleas anteriores en donde le paganan entre 3 y 6 millones.
Cuando se subió al cuadrilátero contra Julio dio un brinco a otra dimensión. Posterior a ese combate se embolsó 120 millones de dólares en 24 meses, enfrentando a Golovkin en dos ocasiones, Fielding y este fin de semana a Daniel Jacobs.
Ahí las marcas mencionadas han estado presentes, buscando la exposición de sus marcas atrayendo posibles clientes, buscando audiencia en la televisión. Sin importar cómo gane, el objetivo se ha cumplido, el plan de marketing se ejecutó de forma correcta y todos están contentos.
Nadie se puede quejar, después vienen los cuestionamientos deportivos, los cuales no están en la agenda del sports marketing.