Más Información
Sheinbaum supervisa avances de la Línea 4 del Tren Ligero en Guadalajara; “siempre será bienvenida a Jalisco”: Lemus
ONG obsequia implantes anticonceptivos a mujeres migrantes; buscan dar acceso a servicios de salud sexual
Sheinbaum se reúne con Lemus; “trabajar al estilo jalisco es en coordinación con la federación”, expresa gobernador
El último día de marzo de 2019 el cadáver de una mujer envuelta en bolsas de plástico fue encontrado en Iztapalapa. Lo halló personal de limpia en la colonia Valle de San Lorenzo luego de que, al rasgar con los dientes el plástico, un perro callejero provocara la aparición de una mano femenina.
Según los testigos, alguien sacó un bulto de un taxi que se detuvo en la calle Río Israel y lo abandonó en una esquina. Nadie vio cuántos pasajeros iban a bordo del vehículo. Un reporte indica que el cuerpo se hallaba desnudo, y presentaba heridas diversas.
Con esa imagen escalofriante cerró en la Ciudad de México el larguísimo mes de marzo.
Para entonces se acababa de hallar —también en la alcaldía de Iztapalapa— el cuerpo de una joven de 16 años, Jenifer Sánchez Domínguez. Sus familiares la habían reportado desaparecida el 20 de marzo. La estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades fue vista por última vez en las inmediaciones de Canal de San Juan. Durante las primeras horas del domingo pasado, una alumna del CCH informó en redes sociales: “Jenifer fue encontrada hace una hora, por desgracia fue encontrada sin vida”.
En enero y febrero de 2019, el homicidio doloso creció en la capital del país 35 por ciento en comparación con el primer bimestre de 2018. Fue el primer bimestre más violento de que se tenga registro desde que la violencia se mide.
Por sí solo, febrero de 2019 fue considerado el mes con más homicidios de la historia reciente de la ciudad, de acuerdo con los registros oficiales (114 carpetas de investigación abiertas).
Con sus imágenes de horror, con su violencia incontenible, marzo parece volverse la prolongación del que fue el arranque de año más sangriento en la capital del país en al menos dos décadas.
El 13 de marzo la policía encontró a dos “encajuelados” en avanzado estado de descomposición. Los vecinos habían reportado que emanaban olores fétidos de un auto compacto que llevaba varios días abandonado en una calle de la colonia Moctezuma. La policía forzó la cajuela y el horror envió una nueva postal.
El 19 de marzo dos motociclistas acribillaron a un hombre de 40 años en la calzada Desierto de los Leones. Lo perseguían desde calles atrás y al disparar emplearon silenciadores.
El 25 de marzo, la prensa informó que otra mujer “fue sacrificada a golpes”. La víctima tenía cerca de 50 años. Abandonaron su cuerpo en un camino de terracería situado en Xochimilco. Las heridas en el rostro y la cabeza eran perceptibles “a simple vista”. La mujer quedó en calidad de desconocida.
El 29 de marzo, frente al hotel La Cañada, en Gustavo A. Madero, dos hombres y una mujer fueron atacados a tiros. Eran las 9:30 de la mañana. Uno de los hombres fue a esconderse a un negocio de venta de discos. Ahí mismo lo ultimaron. El otro quedó dentro de una tortillería. La mujer fue llevada con vida al hospital Magdalena de las Salinas y falleció a los pocos minutos de ingresar al área de urgencias: en el lugar del crimen la policía encontró 18 casquillos percutidos.
El 31 de marzo, mientras aparecía envuelto en bolsas de plástico el cuerpo de una mujer en Iztapalapa, y se daba a conocer que Jenifer Sánchez había sido encontrada sin vida, policías capitalinos atendieron un reporte en Gustavo A. Madero: en el interior de un domicilio estaban tendidos los cuerpos de un hombre de 35 años y de una mujer de 26. Ninguno tenía ya signos vitales.
Otras tres personas murieron esa noche “en hechos aislados”.
El último domingo del mes, tres hombres más fueron ejecutados.
Los tres fueron hallados a bordo de vehículos. Dos de ellos perdieron la vida en avenida Nevado y Alhambra, en la colonia Portales; el otro falleció en la Avenida 602, de la colonia San Juan de Aragón.
Narcomenudeo, disputa por el control de las calles, impunidad, violencia de género… sea lo que sea, lo que alimenta este pico de violencia, según fuentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, “es algo que no se había visto en la ciudad de México en los últimos 22 años”.
Perdimos la ciudad. En el horror del día a día no hay visos de que nos la devuelvan.
@hdemauleon demauleon@hotmail.com