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El racismo no es un tema nuevo en el futbol mundial. En Europa hemos vivido muchos casos en los que no se ha aceptado a algunos futbolistas por ser de una raza diferente a la blanca –incluso— cuando en este continente apoyan este conflicto, la UEFA y la Unión Europea con el proyecto “Futbol contra el racismo en Europa” (FARE), cuyo único objetivo es detener la discriminación racial.
Esto actualmente sigue existiendo, aunque parecería que no a nivel de los clubes en la mayoría de las ocasiones, sí existe en las gradas de manera frecuente. En la Liga MX nos ha tocado ver y escuchar casos que nunca se han castigado y que mientras esto se siga permitiendo, será muy complicado que algún día se pueda erradicar.
En varias ocasiones jugadores como Darwin Quintero, Christian Benítez y Felipe Baloy, por mencionar sólo algunos, fueron víctimas de insultos racistas en las canchas del futbol mexicano, cuando desde las tribunas, los hinchas de los equipos rivales, hacían sonidos de simio o de mono, cada vez que ellos tocaban la pelota.
La FIFA ha buscado trabajar en este caso y ahora en el Mundial, si llegaran a ocurrir incidentes de índole discriminatorias durante los partidos, las pruebas recolectadas por los observadores se remitirán a la Comisión Disciplinaria, órgano que las revisará y adoptará las medidas que les parezcan pertinentes.
Este problema ya alcanzó al arbitraje en nuestro país y es por eso que se tiene que se tiene que llegar hasta las últimas consecuencias y castigar a los que hayan incurrido en esta falla tan grave. No podemos seguir permitiendo este tipo de actos bajo ninguna circunstancia.
Si se confirma que Arturo Brizio, quien actualmente es el presidente de la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol, realmente despidió por racismo a Adalid Maganda, se tiene que ir en ese momento del balompié mexicano para siempre, sin pretextos.
Lo más triste y frustrante es que aún hoy, en pleno siglo XXI, algunos sigan insultando, ofendiendo y en algunas ocasiones agrediendo a las personas por su color de piel.
@Gusocalderon
Esto actualmente sigue existiendo, aunque parecería que no a nivel de los clubes en la mayoría de las ocasiones, sí existe en las gradas de manera frecuente. En la Liga MX nos ha tocado ver y escuchar casos que nunca se han castigado y que mientras esto se siga permitiendo, será muy complicado que algún día se pueda erradicar.
En varias ocasiones jugadores como Darwin Quintero, Christian Benítez y Felipe Baloy, por mencionar sólo algunos, fueron víctimas de insultos racistas en las canchas del futbol mexicano, cuando desde las tribunas, los hinchas de los equipos rivales, hacían sonidos de simio o de mono, cada vez que ellos tocaban la pelota.
La FIFA ha buscado trabajar en este caso y ahora en el Mundial, si llegaran a ocurrir incidentes de índole discriminatorias durante los partidos, las pruebas recolectadas por los observadores se remitirán a la Comisión Disciplinaria, órgano que las revisará y adoptará las medidas que les parezcan pertinentes.
Este problema ya alcanzó al arbitraje en nuestro país y es por eso que se tiene que se tiene que llegar hasta las últimas consecuencias y castigar a los que hayan incurrido en esta falla tan grave. No podemos seguir permitiendo este tipo de actos bajo ninguna circunstancia.
Si se confirma que Arturo Brizio, quien actualmente es el presidente de la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol, realmente despidió por racismo a Adalid Maganda, se tiene que ir en ese momento del balompié mexicano para siempre, sin pretextos.
Lo más triste y frustrante es que aún hoy, en pleno siglo XXI, algunos sigan insultando, ofendiendo y en algunas ocasiones agrediendo a las personas por su color de piel.
@Gusocalderon