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No es la primera vez que Fernando Guerrero se convierte en el protagonista de un partido. Ahora lo hizo en el duelo entre Monterrey y América , con una expulsión que no era y un penalti marcado en contra de los americanistas que tampoco existía, echando a perder lo que —en el papel— sería el partido más importante de la jornada, pero por sus estupideces hoy se habla más de los errores arbitrales que de lo que ambos equipos hicieron.
El Cantante , lo único que nos demuestra es que sus equivocaciones no pasan por falta de capacitación, sino por su terrible falta de capacidad, además de una soberbia extrema, al sentirse más importante que los futbolistas.
En la semifinal del Apertura 2015 , entre los Pumas y el América , el silbante no dio por bueno un gol de Matías Britos, por supuesto fuera de lugar. Minutos más tarde, expulsó al central de las Águilas Pablo Aguilar, en una jugada en la que quedó demostrado que no existía falta, y no conforme con el show que estaba armando, también mostró la cartulina roja a Miguel Samudio, dejando a los americanistas con nueve jugadores y con un marcador muy difícil de remontar (0-3).
En la edición 119 del Clásico Nacional , invalidó un gol legítimo a Oribe Peralta , que significaría el empate a unos minutos del final.
En el Clásico del Clausura 2016 , también anuló un gol, que parecía correcto, a Isaác Brizuela , además de expulsar a Carlos Cisneros , acciones que se vieron reflejadas en el marcador, que terminó 2-1 en favor de los americanistas.
¿Hasta cuándo seguirán permitiendo que los árbitros, por su falta de capacidad, arruinen un partido? Esta no es la primera y no será la última