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Un grupo de amigos —la mayoría de los cuales colaboramos con él en sus revistas y en otras iniciativas culturales suyas— hemos creado, a los 20 años de la muerte de Octavio Paz, un sitio en Internet dedicado al estudio de su abundante obra y de su extensa vida. Se llama zonaoctaviopaz.com y es visitable a partir de hoy.
En la bienvenida a los lectores anotamos algunos de sus objetivos: habrá eslabones hacia la crítica de su obra a lo largo de los años; habrá lo mismo nuevos ensayos de amplio aliento que veredas hacia su biografía; habrá sitio para el repaso crítico y curioso de los muchos asuntos que atrajeron el interés de ese escritor abundante: la poesía sobre todas las cosas —con sus innumerables ramificaciones—, pero también la política y la historia, el arte, la sociedad y la ciencia…
Paz siempre sostuvo que su única, verdadera biografía, estaba en sus poemas: con ellos y con otros escritos de talante autobiográfico continuaremos armando un “Octavio Paz por él mismo”. Desde hace años, en archivos públicos y privados, hemos estado reuniendo y clasificando su copiosa correspondencia. No son pocos los amigos que nos han honrado dándonos copia de sus intercambios epistolares. Estas miles de cartas, que cubren casi siete décadas, forman una autobiografía postal paralela, materia prima no sólo para detallar una compleja hoja de vida sino para abrir ventanas pertinentes hacia su escritura.
La ZONA también aspira a actualizar y poner al día la monumental Bibliografía crítica que, desde los tiempos en que no había computadoras hasta 2014, elaboró nuestro tenaz amigo (y consejero) Hugo Verani. En simpatía con este anhelo, Verani concedió generosamente su permiso para que la ZONA hospedase ese trabajo cuyo sentido y razón de ser tanto se multiplicarían en Internet (quizás un día El Colegio Nacional, institución dueña del soporte impreso, nos permita colaborar a divulgarlo). Además del material bibliohemerográfico, iremos registrando el material iconográfico, videográfico, musical, artístico que se genera alrededor de su verdadero legado.
Colaboraremos en el desarrollo de algunos de los “trabajos de ‘infraestructura’” que enumeró en 1999 Gabriel Zaid en su artículo “El futuro de Octavio Paz”, como crear una bibliografía citada por el poeta, el índice general de sus Obras completas, etcétera. Serán labores que podrán sumarse a los que hace El Colegio Nacional, donde Adolfo Castañón y Eduardo Mejía preparan el índice de nombres propios y el registro de títulos de obras y personajes en las Obras completas.
Es una enorme cantidad de trabajo, imposible sin la participación de aquellos que han sido, de una manera u otra, tocados por la obra de Paz. Por lo mismo, es una página colectiva que estará siempre en construcción, como se construye cotidianamente su bibliografía, surge información nueva y se analizan escritos e ideas: poco a poco.
En construcción porque cada día aparecen nuevos documentos (como muy recientemente los de la Dirección Federal de Seguridad), y porque la Internet es un “aleph” que no cesa de expandirse. En construcción también porque todo lector puede aportar algo. Habrá quien comente los textos fundamentales y quien explore las minucias: María podrá discurrir sobre el verso “cara de Juan, cara de todos”; Pedro criticará la interpretación del mito de Xólotl; Jorge argumentará sobre tal o cual asunto político; Estela investigará el interés de Paz en las ciencias físicas y naturales...
Es también una tarea colectiva porque, como escribió Paz en Piedra de Sol (1958), nuestros actos serán más nuestros “si son también de todos… los otros todos que nosotros somos”, la misma convicción que reiteró meses antes de morir: “Siempre hay un nosotros en cada uno de nosotros”.
“Todo lo sabemos entre todos”, le dijo famosamente el campesino a Francisco Giner de los Ríos. Quienes hacemos la ZONA PAZ haremos propio ese “proverbio por excelencia”, como lo llamó Alfonso Reyes. Ese proverbio es, por lo pronto, nuestra brújula; lograr que “todo lo hagamos entre todos”, nuestro ánimo.
Bienvenidos.