Si yo fuera Sebastian Vettel odiaría ir a Japón . Es como si la tierra del sol naciente tuviera algo en contra de él.
Lo qué pasó en la carrera de ayer, el contacto entre el alemán y Max Verstappen me recordó a su mala suerte del año pasado. Vettel llegaba al límite, con las cuentas en números rojos porque Hamilton ya tomaba ventaja en el campeonato, una bujía fue el problema del Ferrari número 5 ese fin de semana de 2017 y la debacle, ya que el campeonato se le iba de las manos.
Recuerdo que ni siquiera salió a hablar con la prensa, mal día. Este año, llegó igual a Suzuka, contra las cuerdas pero matemáticamente aún con la posibilidad de acercarse a su máximo rival. Pero no contaba con ese trompo tras un contacto con Maxito y caer al fondo de las posiciones. El sexto sitio lo alejó aún más de sus posibilidades.
Hamilton tiene 67 puntos de ventaja y en el siguiente Gran Premio, en Estados Unidos , tendrá su primer match point, necesita salir de Austin con una diferencia de 75 puntos sobre Vettel para lograr su quinto campeonato del mundo. No quiero echarle toda la culpa a Suzuka, Ferrari no ha venido bien en las últimas carreras y menos Vettel .
En julio Sebastian era líder del campeonato, pero Lewis ha ganado seis de siete carreras, con Japón como la cuarta consecutiva, con lo cual ha puesto en jaque las aspiraciones de volver a ver a un Cavallino Rampante ser monarca de la categoría.
Yo sé que con esto, para muchos, la Fórmula Uno pierde interés, pero no podemos olvidarnos de los otros 18 pilotos y de los equipos que aún están peleando por puntos importantes y aún tienen espectáculo que ofrecer.
¿Que tal el carrerón de Daniel Ricciardo ? Gran trabajo del australiano tras arrancar 15 y terminar cuarto. Y no nos podemos olvidar de nuestro mexicano, Sergio Pérez , quien se ha vuelto a colocar como el mejor del resto. Checo ya es séptimo en el campeonato de pilotos y vienen las carreras donde más se motiva por la cantidad de mexicanos presentes donde buscará consolidarse en esa posición un año más.